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Peñaranda de Bracamonte

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Patrimonio Histórico de Salamanca - Ruta I

Comarcas: Ciudad RodrigoCondados y DucadosLas Arribes

Peñaranda de Bracamonte - Salamanca - Ledesma - San Felices de los Gallegos - Ciudad Rodrigo

La variada geografía salmantina se enriquece con la existencia de catorce Conjuntos Históricos dispersos por toda la provincia. Además de la Calzada de la Plata, los trece municipios declarados constituyen un sutil entramado paisajístico, arquitectónico, monumental y cultural. En definitiva, una sugerente Ruta para conocer el territorio salmantino.

Peñaranda de Bracamonte Ya desde el siglo XIV esta villa ubicada en las llanuras cerealistas del este de la provincia contaba con el privilegio de disfrutar de mercados y ferias. Su ubicación en un frecuentado cruce de caminos perpetuará en el devenir de los tiempos esta función mercantil y urbana. Hablar de Peñaranda es rememorar la existencia de Don Gaspar de Bracamonte y Guzmán.

El que fuera Virrey de Nápoles se convertirá en protector y mecenas de la villa fundando el Convento de las Carmelitas en donde se atesora, entre otras muchas obras de arte, la mejor colección de pintura napolitana de toda Salamanca. Para conocer esta próspera ciudad nada mejor que pasear entre sus plazas porticadas donde se respira el más profundo sabor castellano y contemplar los interesantes ejemplos de la arquitectura popular que se distribuyen por la localidad.

Salamanca Sobre un escarpe rocoso, dominando el río Tormes, se alza esta ciudad declarada Patimonio de la Humanidad. Su amplio patrimonio es muestra evidente de la pervivencia de su legado histórico. Los remotos orígenes, la religiosidad medieval, el ímpetu renacentista o el espíritu barroco han propiciado la conjunción de estilos que conforman un muestrario artístico sorprendente. Imprescindible visitar la Plaza Mayor, las dos Catedrales, el Barrio Histórico, sus Palacios, Iglesias, Conventos y Museos.

Ledesma La inconfundible imagen de Ledesma destaca sobre una atalaya de granito bañada por el Río Tormes. A esta villa puede accederse, aún, por el antiguo puente que salva la citada corriente fluvial. Se recomienda al paseante adentrarse en la villa traspasando sus viejas murallas hacia la Iglesia de Santa María la Mayor. Este magnífico templo se levanta en la plaza mayor de la localidad, presidiendo un caserío en el que todavía es fácil observar trazas medievales. Contemplar el Castillo, los Templos y las Viviendas señoriales que se dispersan por la antigua Bletisama nos hará viajar en el tiempo.

San Felices de los Gallegos Próximo a las denominadas Arribes del Águeda se yergue este atractivo pueblo del oeste de Salamanca. Su prolijo pasado se remonta a épocas prehistóricas, aunque su verdadero desarrollo se verá ligado a la Edad Media, época ésta desde la que se verá sometido ineludiblemente a sucesivas posesiones por parte de las coronas portuguesa y castellana.

En el siglo XV, una vez española, los Reyes Católicos otorgan esta localidad a la Casa de Alba, comenzando un señorío que culminará bien entrado el siglo XIX, con el acontecimiento del Noveno. Será en 1851 cuando sucesivos pleitos acaben con tal derecho feudal, pasándose a rememorar tal fecha con animadas festividades que toman el título del Noveno.

Hay que dejarse llevar por sus calles partiendo de la Iglesia de Santa María entre dos Álamos, traspasando sus murallas en dirección al Castillo. Asciende hasta lo más alto de su torre del homenaje y disfruta de la visión de estos parajes que sufrieron los trágicos avatares de la Guerra de la Independencia y que hoy, en su permanente quietud, muestran toda su belleza.

Ciudad Rodrigo En tierras del poniente salmantino, en territorios de histórico litigio, se levanta esta bella ciudad bañada por el Río Águeda. La historia ha proporcionado una peculiar personalidad a Ciudad Rodrigo dotando a su casco urbano de características plenamente defensivas. Ya desde los albores de nuestra civilización y a lo largo de los tiempos este enclave ha adquirido Arquitecturas de la Guerra que lo convierten en uno de los más interesantes conjuntos abaluartados de todo el occidente peninsular.

Un recorrido por el paseo de ronda nos permitirá reconocer los elementos singulares del sistema defensivo y las particularidades de su especial emplazamiento.

Visita obligada constituye su Catedral y perderse por su entramado de calles y plazas para descubrir los encantos de una ciudad repleta de Iglesias, Conventos, Palacios y Casas solariegas de corte renacentista. Y si se tiene la oportunidad, hay que visitar Miróbriga en tiempos del afamado Carnaval del Toro, pues es reconocido como uno de los más antiguos de España. En esos días se suceden numerosos festejos en los que el toro es el verdadero protagonista del antruejo.

Al llegar a Alba de Tormes, nos recibe el puente sobre el río Tormes y la silueta del castillo en el horizonte. Su origen se remonta a la alta Edad Media, en el momento de la repoblación cristiana, si bien su entrada en la historia va ligada a una de las familias más ilustres de la nobleza europea: la Casa de Alba.

La villa guarda un interesante patrimonio, que le ha merecido su declaración como Conjunto Histórico. En la actualidad, la mayor parte del núcleo conserva la trama antigua, aunque ha desaparecido en algunos puntos. No obstante, el conjunto mantiene espacios urbanos de alto valor patrimonial como el conjunto formado por la plaza mayor y la plaza de Santa Teresa y su entorno próximo.

La villa alberga interesantes ejemplos de arquitectura civil, como el Palacio Ducal, el Ayuntamiento o el Pozo de la nieve entre otros, de carácter religioso destacan el Monasterio de San Leonardo, el Convento de las Carmelitas y las iglesias de San Juan y Santiago. También conserva algunos interesantes ejemplos de arquitectura popular.

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