Iglesia de Valberzoso
Comarca: Montaña Palentina
Valberzoso
La localidad de Valberzoso se encuentra en un espacio natural de gran belleza y en su borde y en alto se alza la Iglesia de Santa María la Real.
El pueblo aparece mencionado por primera vez en 1173 cuando se cita el monasterio de Santa Eufemia de Valberzoso por el que el cardenal Jacinto lo colocaba bajo la protección de Santa María la Real de Aguilar de Campoo, monacato que en 1204 adquirió su propiedad a Manrique Gómez e hijos. Sería poco después cuando se cambió su denominación por la actual.
Construida en buena sillería de piedra arenisca. Mampostería en el atrio y sillarejo y sillares en la base de la espadaña. Posee una nave de dos tramos, en su día separados por arco formero y ahora cubierta sobre el coro y primer tramo con madera y con bóveda de cañón apuntado en el segundo.
Arco triunfal apuntado con cimacios decorados con máscaras que lanzan por la boca tallos y flores y presbiterio con un tramo recto y planta rectangular y ábside con planta semicircular y bóveda de horno. Al exterior el ábside se yergue sobre un zócalo y se organiza en tres paños separados por contrafuertes prismáticos planos que llegan hasta la cornisa.
Una ventana se abre en el centro del eje central; tiene chambrana protectora ornamentada con rombos, es de arco de medio punto arquivolta de bolas que descansa sobre cimacios y con sendas columnas con capiteles con hojas vegetales finas y saetera con derrame hacia el interior. La ventana del muro sur del presbiterio muy similar.
Otras decoraciones del tambor son una imposta sencilla de nacela a la altura de la base de las ventanas y en la cornisa alero sobre canecillos con formas geométricas. Portada románica en el muro de la Epístola (sur) de fines del siglo XII dentro de un atrio de planta rectangular añadido en el siglo XVII. Junto a la puerta de ingreso, inscripción en un sillar: 'Año 1671'.
La portada tiene una chambrana exterior con espirales incisas en el canto y flores-palmetas grabadas en la nacela, luego arquivoltas de medio punto, la primera con dientes de sierra, seguida de ajedrezado, sogueado, bolas o puntas, boceles y baquetones lisos hasta el arco interior plano. Descansan sobre cimacios con rombos labrados tipo nido de abeja, dos jambas lisas y dos columnas a cada lado con capiteles con cestería y decoración vegetal. La puerta de madera conserva herrajes medievales de la época.
Espadaña románica de piedra a los pies, con caja de acceso de mamapostería y madera de uso exterior y de época tardía s. XVII. Se levanta sobre el muro occidental y sobresale un cuerpo con dos ventanas de medio punto con chambranas e imposta a la altura de los riñones y en la base y se remata con otra imposta de la que nace el piñón con otra tronera más para campanilla.
En el costado norte y con comunicación con el ábside se abrió más tarde una sacristía de planta rectangular y con ventana de doble derrame.
En el interior del templo interesantes pinturas que se atribuyen al llamado Maestro de San Felices, que trabajó a finales del siglo XV entre el norte de Palencia y el sur de Cantabria. En las del Evangelio consta la fecha de 1482 y quien las patrocinó: 'ESTA OBRA MANDO FASER IUA(n) G(onzal) ES PADRE DE TRYSTAN FYSOSE ANO DE MILL E CCCC E LXXX E DOS'.
Según el Inventario Artístico de Palencia y su provincia, representan: Lado del Evangelio: Pinturas murales de Caballero cristiano, Santa Cena, San Bartolomé, San Andrés, San Blas y Santa Catalina y la inscripción mencionada.
Arco triunfal: Pinturas murales de San Antón y Santa Bárbara. Capilla Mayor: Pinturas murales de Santiago, San Miguel, Desposorios de la Virgen, Martirio de San Sebastián, Flagelación y Camino del Calvario.
En el casquete de la bóveda: San Juan Bautista, un hombre con un caballo y perro, la Anunciación, Asunción, Nacimiento (repintada), Circuncisión (repintada), Huida a Egipto y Degollación de San Juan del llamado maestro de San Felices.
Entre los bienes muebles destaca una escultura de la Virgen con el Niño del siglo XIII.
Declarado Bien de Interés Cultural el 28/01/1993
Dirección General de Patrimonio Cultural
Autor: C. Rodicio Rodríguez
