Datos básicos del sendero:
- Distancia: 16,7 km
- Tiempo estimado: 2 h
- Punto de salida: Santa Marta del Cerro
- Dificultad: Baja
- Desnivel: 77 m
- Época recomendada: Todo el año
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Poblados y Despoblados en Tierras de Sepúlveda
Comarca: Segovia Nordeste - Riaza y Duratón
Santa Marta del Cerro - Fresneda de Sepúlveda - Sotillo - Duruelo - Los Cortos
Sugerente y ondulada ruta BTT ideal para realizar en primavera y gozar del verdor de las tierras de labor y de la frescura de los ríos Duratón y Caslilla.
El recorrido, agridulce, nos muestra la belleza de las tierras de Sepúlveda y nos deja por otra parte el agrio sabor de la despoblación y del abandono: La maltratada iglesia románica de Fresneda de Sepúlveda, cada vez más hundida o los despoblados de Aldehuelas (Entre Sotillo y Duruelo) y de Cabrerizos (Entre Los Cortos y Santa Marta del Cerro) son claros ejemplos de ello.
El itinerario nos permite sin embargo contemplar y admirar el románico sepulvedano, ejemplificado en las iglesias parroquiales de Santa Marta y Sotillo, con sus hermosos canecillos decorativos exteriores y descubrir los aportes de la Edad Moderna en la bonita espadaña de cinco campanas de la iglesia de Duruelo o incluso en las ruinas de su templo dedicado a San Roque a las afueras de la población.
Una ruta, en fin, fuera de los circuitos más populares que permite descubrir pequeños tesoros desconocidos de la provincia de Segovia.
Salimos de Santa Marta del Cerro, un pequeño pueblo de la comunidad de Sepúlveda donde dedicamos unos minutos a admirar su iglesia parroquial, dedicada a Santa Marta. Este templo románico del XIII, muy modificado, ofrece en su ábside externo una nutrida muestra de canecillos originales con predominancia de figuras humanas en aceptable estado de conservación. Clérigos, trabajadores, hombres y mujeres se dan cita en el exterior de su ábside en un repertorio sin duda sugerente.
Entre ellos alguna escena subida de tono... como una mujer embarazada apoyando sus manos en el vientre y mostrando abiertamente su sexo ¿Eres capaz de reconocerla?
Tomamos dirección Duruelo, dejando el ayuntamiento a nuestra izquierda y, a la salida del pueblo, tomamos la estrecha carretera que sale de la primera bifurcación a nuestra derecha. Dos kilómetros después tomamos un camino rural que aparece a nuestra izquierda y que pasa al lado de una explotación ganadera. Seguimos durante unos tres kilómetros hasta llegar a la desviación indicada a Fresneda de Sepúlveda, que tomamos.
Fresneda de Sepúlveda es un semidespoblado de Sotillo, en el que, a falta de vecinos, numerosas instalaciones agrícolas y ganaderas siguen funcionando. Nuestra primera impresión es de sorpresa ante el abandono de la zona y al fondo, a nuestra izquierda, encontramos un pequeño templo románico en estado lamentable de desamparo. ¿Cómo es esto posible?
La Iglesia de Santa Isabel, de Fresneda de Sepúlveda, es la prueba visible de una dejadez de años. Se trata de un sencillo templo del siglo XIII, con espadaña posterior, que cayó en estado de ruina, sin que ninguna iniciativa consiguiera recuperarlo. Conserva a duras penas su hermosa puerta de ingreso con sus arquivoltas borradas por el paso del tiempo.
En menos de un año ha pasado de ser una ruina a ser un peligro, por la posibilidad de derrumbe total de la fábrica, completa a falta del tejado. Una amplia grieta parece querer acabar con su portada y las escaleras exteriores que daban acceso a la espadaña han sucumbido recientemente. Ignoramos si es de propiedad pública o privada, pero entendemos también que los elementos de cierto valor artístico, como la portada, deberían ser salvados de esta indiferencia de siglos, reutilizándolos en otras construcciones.
Dejamos Santa Isabel y tomamos el camino de nuestra izquierda, en dirección a Sotillo, que vemos desde la altura en el valle que forma a su paso el río Duratón.
Sotillo es una pequeñísima localidad, de menos de cien habitantes, en tierras de Sepúlveda. Su templo parroquial, la iglesia de la Natividad, es un ejemplo claro del románico sepulvedano.
Se trata de un templo del siglo XIII, muy modificado y felizmente restaurado que alberga, además de una portada en zigzag, propia de la zona, una impresionante colección de canecillos y metopas tanto en el ábside como en la portada meridional del templo en aceptable estado de conservación. Se recomienda echar un vistazo detenido. ¿Podrás encontrar un camello? ¿Serás capaz de descubrir a una pareja en pleno acto sexual?
Tomamos la carretera que, a la derecha de la iglesia nos marca la dirección de Duruelo. Dejamos a nuestra derecha el despoblado de las Aldehuelas y atravesamos Duruelo por su calle mayor, a nuestra derecha también, hasta llegar a lo más alto del pueblo, donde se encuentra su templo parroquial.
La Iglesia de la Natividad, parroquia de Duruelo, es un ejemplo de cómo un primitivo templo románico, del XIII, ha venido siendo modificado a través de los siglos. Conserva su cabecera románica y exhibe aportes renancentistas en su puerta de ingreso y barrocos en su interior. Lo más llamativo es su espadaña, de cinco vanos, que acogen a cinco campanas de distintos tamaños. Está situada a las afueras del pueblo, en su parte más alta y es visible desde las poblaciones de los alrededores.
Bajando del templo, tomamos la primera calle a nuestra derecha y, a la salida del pueblo, encontraremos las ruinas de la Ermita de San Roque. La ermita está ubicada en lo alto del pueblo, en el llamado Camino de Santa Marta, que conduce a Santa Marta del Cerro. Se trata de un templo construido posiblemente en la Edad Moderna.
Conserva, a falta de techumbre, sus cuatro hastiales, rematados en las esquinas con curiosos contrafuertes, y la puerta de entrada con un peculiar arco de medio punto y un frontón triangular de piedra. Se encuentra vallado por posible problema de derrumbe. Nos preguntamos ¿Hasta cuándo?
Seguimos por el camino de Santa Marta y torcemos a la izquierda por la carretera que lo cruza en dirección a Los Cortos, una zona bastante urbanizada fundamentalmente de residencias secundarias. Sobrepasamos Los Cortos, siempre siguiendo la indicación de 'Hotel rural' y al llegar al río Caslilla tomamos el camino que sale a nuestra derecha.
A mitad del recorrido entre este punto y nuestro destino final, Santa Marta del Cerro, encontraremos un nuevo despoblado. El abandonado poblado de Cabrerizos se encuentra en la ribera del río Caslilla, en un paraje de gran belleza natural entre Los Cortos y Santa Marta del Cerro. Sus arruinadas viviendas, a ambos lados del camino parecen conservar aún el fantasma del pasado olvidado. Muy cerca, en el prado, encontraremos las ruinas de su ermita, una construcción tardía del siglo XVII.
Continuamos nuestra ruta y llegamos en breve a Santa Marta, disfrutando cada minuto de este camino ribereño del Caslilla, rodeado de amplia masa forestal de vegetación de ribera y sabinar. Una suave pendiente nos devolverá a la iglesia de Santa Marta, que indica el final de nuestro corto recorrido.
Información e imágenes: Carmen de Pablos Martín
