Datos básicos de la ruta:
- Distancia: 5,4 km
- Duración: 2 h
- Punto de salida: Soria
- Desnivel: 104 m
- Dificultad: Baja
- Época recomendada: Todo el año
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Las Defensas de Soria
Comarca: Soria y Alfoz
Soria ciudad
Esta ruta de senderismo nos descubre las defensas que rodeaban la ciudad de Soria desde época medieval. El itinerario urbano transcurre por calles y el de la zona periurbana por caminos.
La imposibilidad de seguir el trazado murario en todo su trayecto, pues en ocasiones transcurre por fincas particulares y zonas de difícil acceso, condiciona su desarrollo. En ocasiones se desvía por calles y veredas que nos separan del recorrido original.
La ruta presenta un recorrido circular, se inicia y termina en la Puerta del Postigo (1) o de Herradores y puede realizarse indistintamente en un sentido u otro. Esta puerta quedaba flanqueada por dos tambores y su apertura está relacionada con el motín de ciertos caballeros sorianos contra Garcilaso, juez mayor de Castilla, en el siglo XIV, bajo el reinado de Alfonso XI.
A principios del XVII, se colocó una espadaña con tronera en la que quedó insertado el reloj con campana y esfera de números arábigos. Sobre su arco campeaba un escudo colosal de los Austrias, en dorado, y a ambos lados sendas lápidas, donde la ciudad declaraba su fiedelidad a la corona. En sus inmediaciones encontramos el Palacio de los marqueses de Vargas, familia encargada de su defensa.
Siguiendo la ruta y a escasos metros, en la calle Caballeros, se encontraba la Puerta Rabanera (2) con arco de medio punto y flanqueada por dos cubos que protegían la entrada. Al torreón derecho se adosaba el Palacio de los marqueses de Alcántara, encargados de su custodia.
El itinerario asciende a lo largo de la calle Alberca, en cuya zona más alta se abría el Portillo de Santa Clara o puerta nueva (3), que estaba custodiada por el palacio de los condes de Torrubia.
Junto al parque de Santa Clara se conserva un lienzo almenado con dos cubos defensivos semicilíndricos y macizos, de poco más de 4 metros de diámetro y separados entre sí unos 30 metros.
Continuamos en dirección esta hasta alcanzar la esquina del cementerio, donde se situaba la Puerta de Valobos (4), en el actual paseo homónimo. Desde este punto, la muralla asciende por la pendiente occidental del cerro del Castillo. En la cima, se edificó una fortaleza (5) que cerraba la explanada superior. En el lado oriental se disponía el alcázar con torre del homenaje, graneros, almacenes y dependencias para su uso como residencia señorial.
En el patio central estaba el aljibe, la entrada principal se localizaba al este y quedaba defendida por una torre central y otras dos laterales. Este acceso se protegía por una barbacana con otras dos puertas, una al sur hacia el exterior y otra al oeste hacia el recinto principal.
Restos del Castillo de Soria
El flanco norte del conjunto estaba reforzado por una barrera que lo rodeaba desde el oeste hasta el este, donde conectaba con la barbacana del castillo. Su destrucción definitiva se produjo en 1812, en el periódo final de la guerra de Independencia.
Siguiendo la línea de máxima pendiente, la cerca desciende hasta la margen derecha del río Duero, enfrente de la elevadora de aguas, donde tuerce hacia el norte en ángulo recto. En este tramo se encontraba el Postiguillo del Río (6), una pequeña apertura realizada sobre el paramento y enmarcada con sillares, que permitía el paso al molino y a los lavaderos.
Siguiendo el paseo de San Prudencio, en la mitad del tramo oriental, se abría la Puerta del Puente o de Navarra (7), la más importante de la ciudad, defendida por una gruesa torre cúbica, próxima al arranque del puente, y por dos tambores más a sus lados. Junto al cubo meridional un pequeño postigo servía para el paso de personas. Fue derribada en 1848.
El camino se dirige hacia Navarra y Aragón, cruzaba el Duero primero mediante vado y, a partir del siglo XII, por un puente de catorce ojos. En el centro se disponía una elevada torre defensiva, donde se cobraba el pontazgo, un impuesto por cruzar.
Ambos han sufrido numerosas reformas, pero las de mayor envergadura se realizaron en los siglos XVII y XVIII, que supusieron un importante cambio de fisonomía, reduciéndose hasta ocho el número de ojos. La torre central fue derribada en 1851 cuando se construyó la carretera.
Siguiendo unos 150 metros por la calle San Agustín, en la margen derecha, tomamos el camino de San Ginés que nos llevará hasta la esquina noreste de la cerca. En este tramo, la muralla se adosó al ábside de la Iglesia de San Ginés, reflejándose en su paramento interno, la perfecta curva de aquél.
Restos Iglesia de San Ginés
Al este se abre un portillo que da acceso a fincas particulares y algunos metros más al norte se disponen, a exterior, dos de los elementos más significativos de la fortificación, una gran torre circular en esquina, dispuesta hacia el río, y un majestuoso torreón rectangular, mirando al norte.
Continúa la cerca cerro arriba por las traseras del Mirón en cuya parte posterior pueden observarse tres torreones, asi como los orificios de los andamiajes utilizados para su construcción. Fue minado en 1812, tras la retirada de las tropas francesas.
Para alcanzar esta zona, y por no cruzar fincas privadas, debemos retroceder por el mismo camino hasta las proximidades de la concatedral de San Pedro, desde donde tomamos la calle y camino de Santa Cruz que nos llevará hasta las proximidades de la ermita de Nuestra Señora del Mirón, donde podemos apreciar unas vistas maravillosas.
Al inicio del paseo se situaba la Puerta de Nájera (8), que se abría en el camino que conducía a La Rioja y ocupaba el espacio por el que discurre en la actualidad la carretera de Logroño, pero desconocemos su estructura y composición.
Siguiendo el paseo de la Florida llegamos hasta la iglesia de Santo Doming donde se situaba la Puerta del Rosario, también denominada del Mercado (9). Constituía el paso desde la ciudad al arrabal somero en el que se desarrollaba tradicionalmente el mercado. Se encargaban de su custodia los condes de Lérida, estando su palacio en la cercana plaza del mismo nombre. Fue demolida, en el año 1885, para paliar las dificultades por las que pasaban los jornaleros, debido a la escasez de trabajo.
Con rumbo sur se oculta en las casas de la calle Puertas de Pro, por un lado, y las de Aduana Vieja, por otro. Al interior se adosaban palacios y casas nobiliarias que tenían la obligación de custodiar y restaurar su tramo correspondiente a la muralla.
También extramuros se utilizó el paramento como muro de numerosas casas humildes. Tomamos Aduana Vieja y al llegar a la plaza del Vergel cruzamos al exterior del recinto amurallado a través del postiguillo. Bajamos la calle Puertas de Pro hasta llegar al punto de inicio.
Información e imágenes: Ayto. de Soria
