Siguiendo el Curso del Esla - Zamora
Comarca: Benavente y los Valles
Castrogonzalo - Fuentes de Ropel - San Cristobal de Entreviñas - Santa Colomba de las Carabias - Matilla de Arzón
La importancia estratégica del lugar viene establecida desde la antigüedad de cara al paso del Río Esla y el acceso a las comarcas del Cea, ya que en sus tierras confluyen ambos cauces.
La zona tuvo un importante papel durante los periodos de romanización y repoblación medieval, como demuestran los importantes yacimientos arqueológicos y despoblados localizados. Esta ruta por la provincia de Zamora atraviesa una serie de localidades situadas a los márgenes del Esla. La ruta discurre luego entre verdor de la ribera que contrasta al fondo con las deslavadas barranqueras que asoman a la vega.
Castrogonzalo El origen de esta población se remonta a finales del siglo IX y principios del X. Tras la batalla cristiana de la Batalla de Polvoraría o Polvorosa en el 878, junto al Río Órbigo, la monarquía asturleonesa emprende una ambiciosa repoblación y puesta en cultivo del espacio, con la participación tanto pública como privada.
Hacia el año 1157, Castrogonzalo se vio involucrado directamente en los enfrentamientos derivados de la guerra entre Alfonso IX de León y Alfonso VII de Castilla. Igualmente, su castillo pasa a ser moneda de cambio en los tratados de paz.
Tras la llegada de los Pimentel a Benavente en 1398, Castrogonzalo pasa a convertirse en un enclave destacado del condado, tal como se pone de manifiesto en los libros de contaduría de la familia.
Los acontecimientos relacionados con la Guerra de Independencia son, sin duda, otro de los momentos culminantes dentro de la dilatada historia de Castrogonzalo. El paso del ejército francés provoca un grave deterioro en el patrimonio histórico artístico de la localidad.
En su Iglesia parroquial dedicada al Arcángel San Miguel se encuentra un magnífico retablo del siglo XVI, procedente del desaparecido templo de Santo Tomás. Trasladado hace algunos años a su actual emplazamiento, en su banco y calles exteriores se recogen veintidós tallas, mientras que el resto del conjunto está formado por catorce tablas alusivas en su mayor parte a la vida de la Virgen.
A finales de los años 90 los muros de Castrogonzalo, comenzaron a llenarse de grafitis sin ningún propósito específico y por pura diversión, en palabras del propio Antonio Feliz, alias ‘Parsec’, el artífice de convertir su pueblo natal en un museo al aire libre.
Fuentes de Ropel El edificio con mayor notoriedad del pueblo es su Iglesia parroquial, que comenzó a construirse en el siglo XV y en la que se encuentran mezclados los estilos gótico y románico. Destaca su gran torre cuadrada de gran solidez y enormes dimensiones. En su interior se conserva un impresionante retablo barroco, así como un valiosísimo artesonado mudéjar, restaurado.
Su coro de buena y sobria sillería, junto con la decoración y emblemas de las capillas laterales son testimonio de la magnificencia de los señores que la dotaron. El río Esla se encuentra muy próximo al pueblo y, junto con su playa, forman un conjunto que ha sido declarado por la Junta como lugar protegido y de esparcimiento.
San Cristóbal de Entreviñas Su Iglesia Parroquial alberga un notable artesonado de tradición morisca y un retablo barroco del siglo XVII de buena factura aunque sin dorar. En sus calles se aprecian algunas casonas blasonadas.
Santa Colomba de las Carabias Iglesia de San Juan Bautista. En su capilla mayor y bajo un magnífico artesonado mudéjar, digno de admiración y que constituye uno de las mejores obras artísticas de la comarca, se encuentra un interesante altar barroco.
Matilla de Arzón El edificio más significativo de esta localidad, rodeada de tierras leonesas, es su Iglesia de San Salvador, de la que destaca un precioso retablo central. Aunque también tiene un especial interés para los vecinos del pueblo la Ermita de Santa Cruz, a pesar de no encontrarse en óptimas condiciones de conservación.
Otro monumento de gran interés es el Rollo de Justicia que se encuentra en la Plaza, en la Edad Media la villa gozó del privilegio de independencia jurídico administrativa. Se asienta sobre cinco peldaños de piedra y la columna está compuesta por doce filas de piedras talladas.
