Qué ver en Carrión de los Condes - Palencia
Comarca: Tierra de Campos
Carrión de los Condes
Esta visita a la localidad de Carrión de los Condes nos descubre la riqueza patrimonial que atesora esta villa situada en la comarca palentina de Tierra de Campos. Ubicada en el corazón del Camino de Santiago, Carrión de los Condes destaca por ser uno de los núcleos más importantes en cuanto a monumentos, arte e historia, de la Ruta Jacobea.
La Casa del Águila, ubicada en la plaza de Santa María, es uno de los edificios más antiguos que configuran esta plaza. Fue palacio de los Condes de Salinas.
El Puente Mayor sustituye al derribado puente medieval que, según un documento otorgado por la condesa Teresa, edificó su marido Gómez Díaz hacia 1077. El actual fue erigido a mediados del siglo XVI, con proyecto de obras de Juan de Aral, interviniendo más tarde el maestro burgalés Juan Ortega Castañeda.
La Casa de los Girón es una magnífica casa del siglo XVII y la más importante de las pocas conservadas tras el incendio de 1811. Destaca la fachada principal en sillería y ladrillo, con los escudos familiares y una magnífica rejería. La portada da paso a un elegante patio porticado de bellas columnas dóricas.
La Casa de los Lomana se encuentra ubicada en la calle Obíspo Álvarez de Voz mediano, destaca un maravilloso patio porticado, cuadrado y centrado por el brocas del pozo.
La Casa Grande o 'De las Lágrimas' se ubica en la plazuela de San Julián. Se trata de una construcción de gusto ecléctico, típico del siglo XIX. El sobrenombre de 'Casa Grande' se debe a sus dimensiones y el de 'las lágrimas' a que durante años funcionó como casa de empeño.
El Teatro Sarabia es uno de los edificios culturales de mayor prestigio de la provincia de Palencia. Se trata de una edificación de tipo burgués, en lo que se refiere a teatros de finales del siglo XIX e inicios del XX. Forma parte de la red de Teatros Históricos de Castilla y León.
Otras construcciones como el Ayuntamiento, la Casa del Primer Marqués de Santillana, la Casa del Lagarto, la antigua cárcel del siglo XVI, las Murallas medievales o la Calzada de Piedra o barbacana, merecen ser visitadas.
La Iglesia de Santa María de las Victorias y del Camino, declarada Bien de Interés Cultural, es la más antigua de Carrión. Construida hacia el año 1130, en estilo románico, posee una cabecera realizada en estilo barroco en 1685 por el arquitecto palentino Felipe Berrojo.
La Iglesia de Santiago también declarada Bien de Interés Cultural, data del siglo XII, es Museo de Arte Sacro desde 1993. Destaca por su fachada con una arquivolta figurada con representaciones de diferentes oficios y gremios. El friso superior, representa el Juicio Final, con Cristo en Majestad, los cuatro Evangelistas y los doce Apóstoles.
La Iglesia parroquial de San Andrés Apóstol, llamada 'la Catedral de Carrión de los Condes', fue proyectada por Rodrigo Gil de Hontañón. Atesora múltiples obras de arte, entre las que destaca el retablo de los Santos Reyes y el órgano barroco del 1766.
La Iglesia de Nuestra Señora de Belén, patrona de la ciudad, fue construida en piedra y ladrillo durante los siglos XV, XVI y XVII. Posee un interesante retablo mayor del siglo XVI, con pinturas sobre tabla obra de Antonio Calderón.
La Iglesia de San Julián, guarda la imagen del patrono de la ciudad, San Zoilo y tres retablos barrocos, con esculturas de 1706 obra de Pedro del Mazo Velez.
El Monasterio de San Zoilo está declarado Bien de Interés Cultural. Fundado en el siglo XI, gozó de la protección de los Condes de Carrión. Posee una bella portada románica en su iglesia y unas magníficas telas medievales en el relicario de la misma. Entre 1537 y 1604 se construyó su actual claustro renacentista, proyectado por el arquitecto Juan de Badajoz el Mozo.
El Convento de la Santísima Trinidad -Carmelitas-, fundado en 1930 y con capilla decorada con obras de Víctor de los Ríos.
La espadaña y ruinas del Monasterio de San Francisco fundado en 1218.
El Real Monasterio de Santa Clara fundado en 1255. En su iglesia se guardan la imagen de la 'Piedad' y el 'Santo Cristo' obras de Gregorio Fernández. En el Museo del monasterio hay piezas variadas desde el siglo XIII a nuestros días, entre las que destaca por su fama el 'Niño Jesús con dolor de muelas' y las colecciones de Monedas y de Belenes del Mundo.
La Ermita de la Virgen de la Piedad obra realizada en el siglo XVIII bajo el patronato de la madre Luisa de la Ascensión. Construcción de pequeñas dimensiones con una sola nave, cubierta con artesonado de madera y bóveda de cañón en la cabecera. El retablo mayor es obra del XVII. En él se rinde culto a una copia en madera de la imagen original de la Piedad.
La Ermita de la Cruz del siglo XVI-XIX, sede de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz. El edificio actual se asienta sobre los restos de la sinagoga del siglo XIV. En su interior destaca el "Santo Cristo de la Cruz", obra anónima mejicana de 1561, hecha de caña y pasta de papel, que forma parte de los llamados "cristos tarascos".
La Ermita de San Juan de Cestillos del siglo XVIII fue parroquia de arrabal de huertanos, dependiendo del Monasterio de San Zoilo. La ermita es una construcción de una sola nave, cubierta por bóveda de cañón, con la sacristía adosada al lado del evangelio. A los pies de la misma, hay una torre baja, con una sola campana, la cual según tradición se tocaba para deshacer los nublados.
El antiguo Hospital Municipal del siglo XIX mantiene la tradición hospitalaria de épocas anteriores. La obra se llevó a cabo gracias al mecenazgo de Don Acísclo Piña Merino, reutilizándose piedras de la extinta Abadía de Benevívere.
Posee una capilla neogótica y un retablo del mismo estílo. Actualmente es propiedad privada, aunque mantiene su fin asistencial como residencia de ancianos.
El Hospital de San Torcuato formaba parte de la Abadía de Santa María Benevívere, siendo actualmente los únicos restos que quedan en pie del famoso complejo monacal. Se conserva la capilla del hospital de peregrinos, dedicada a San Torcuato.
En el interior de la capilla destaca un altar de piedra del lado del Evangelio dedicado a la Inmaculada, junto con dos hornacinas que contienen las imágenes de San Juan Bautista en el desierto y San Mauro, tallas del siglo XVIII de gran calidad, el retablo mayor es barroco.