Por el espacio natural de Las Batuecas-Sierra de Francia - Salamanca
Comarca: Sierra de Francia
Mogarraz - San Martín del Castañar - Sequeros - Miranda del Castañar - La Alberca - Linares de Riofrío - Monleón
No nos equivocaremos al afirmar que se encuentra el viajero en uno de los lugares más renombrados y de mayor tradición turística de toda Salamanca. Un medio natural montañoso, nutrido de valles cubiertos de bosques y recorridos por numerosas corrientes fluviales, favorece la elevada calidad medioambiental de la comarca que le ha valido su protección como Espacio Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia.
En tierras del sur de Salamanca se esconde un territorio montañoso, intrincado, repleto de bosques y de escondidos valles, surcados por rumorosas corrientes de agua que buscan la cercanía de las tierras cacereñas. Leer más»
Los pueblos presentan una valiosa arquitectura popular, sirviendo de singular escenario a fiestas, costumbres y tradiciones ancestrales de gran riqueza y plasticidad. La mesa se nutre de exquisitos guisos y asados y la artesanía se diversifica para completar un conjunto armónico que indudablemente sorprenderá al visitante.
La cumbre de la Peña de Francia, con su monasterio dedicado a la Virgen de esta advocación, te servirá de excelente mirador natural desde donde contemplar toda la comarca, otras vecinas y parte de las tierras cacereñas. Desde allí reconocerás numerosas localidades que merecen una pausada visita.
Los conjuntos históricos de Mogarraz, San Martín del Castañar, Sequeros, Miranda del Castañar o La Alberca pueden servir de comienzo a la andadura que podrá continuar descendiendo hasta el arqueológico Valle de Las Batuecas o hasta el Valle del río Alagón. Si remontas este último accederás hasta las sierras más septentrionales cercanas a Linares de Riofrío y a la villa medieval de Monleón.
Si eres amigo del Senderismo encontrarás sobradas oportunidades para ello que te llevarán, por entre umbríos bosques, hasta antiguas minas de oro, como las de El Cabaco, a recorrer senderos señalizados (GR-10, Ruta del Alagón) o a disfrutar de las innumerables trochas y veredas que unían las distintas localidades que salpican este espacio privilegiado.
Sobre un altozano un caserío apretado destaca entre tupidos bosques de castaños, madroños y cultivos de cerezos y otros árboles frutales. La villa de Mogarraz constituye uno de los enclaves serranos en donde los avatares del desarrollo no han mermado las peculiares características de su identidad cultural y urbana. En sus sinuosas y estrechas calles se levantan magníficos ejemplos de la arquitectura tradicional de la Sierra de Francia, con bellos ejemplos de la casa de entramado desarrollada en altura.
Aventúrate al descubrimiento de las enigmáticas imágenes y símbolos tallados en los dinteles de sus viviendas y detente ante la Ermita del Humilladero o ante la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves. Allí, en la plaza que se abre a sus pies, se celebra todos los años, en el mes de agosto, el tradicional ofertorio de Nuestra Señora en el que podrás disfrutar del sentir religioso y de la originalidad festiva de estas tierras.
San Martín del Castañar, su nombre hace referencia a tiempos de repoblación de gascones que en época medieval llegaron hasta la Sierra de Francia. De aquellos tiempos perduran nombres, topónimos y advocaciones en los pueblos de la comarca.
Rodeado de tupidos arbolados y fértiles huertos, sus tejados apretados cubren el caserío, del que sobresale la espadaña de la iglesia y la figura recortada de la que fue airosa torre del homenaje del Castillo.
Patrimonio que se disfruta con el paseo por sus calles, como el que parte desde la fuente del concejo y el portalón, y que te lleva a descubrir interesantes ejemplos de la arquitectura tradicional de entramado serrano, antiguas casas blasonadas y la iglesia con precioso artesonado mudéjar. Más adelante espera la antigua plaza de toros, que ocupa la que fue plaza de armas del inmediato castillo. En el recinto de este último se encuentra el Centro de interpretación de la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia.
En el otro extremo del pueblo se halla otro de los rincones más sugerentes, el que incluye el puente romano, parque, lápidas romanas, restos de la calzada romana y viejas ermitas; un idílico lugar de paseo y descanso.
Desde Sequeros se disfrutan bellas perspectivas de las Sierras de Francia y Béjar. Tal vez por ello se la conozca como balcón o Mirador de la Sierra. El recorrido por la localidad permite disfrutar de interesantes muestras de la arquitectura de entramado serrano en donde se muestra el singular uso que por estos lugares se hace de la piedra y la madera. Plazas porticadas, pasadizos, calles estrechas..., todos serán buenos caminos para dirigirse hacia la Ermita del Humilladero y, desde allí, hacia el bello Santuario de Nuestra Señora del Robledo.
Miranda del Castañar Dos pequeños ríos, el Francia y el San Benito, delimitan el promontorio al que se aferra esta antigua villa situada en el corazón de la Sierra de Francia. Defendida por sólidas Murallas, las solemnes figuras de la Torre del Homenaje de su Castillo y de la Iglesia parroquial destacan en la inconfundible silueta de su caserío que desde el siglo XIII aglutinó el poder jurisdiccional de toda la sierra. Adéntrate en la villa por la Puerta de San Ginés, junto al castillo y la vieja alhóndiga y disfruta del recorrido de la Calle Larga.
Experimentarás un viaje al pasado, a épocas en las que judíos y moriscos habitaban estas angostas calles jalonadas de casas blasonadas. Descubre Las Carnicerías, La Cárcel, La Casa del Escribano, la de los Tejeda y las otras puertas de su muralla; sal por cualquiera de ellas y retorna al comienzo de su andadura bordeando la antigua cerca, disfrutando de las inigualables vistas que de la Sierra de Francia se obtienen.
La Alberca En el corazón de la Sierra de Francia se encuentra esta localidad renombrada en el turismo nacional como uno de los enclaves más atractivos y, sin duda, sugerentes. Recorriendo su trama urbana y sus estrechas y empedradas calles se llega a su inolvidable Plaza Mayor en donde un crucero y una fuente reciben y refrescan permanentemente al viajero. La Antigua Cárcel, la Iglesia, el Teatro, sus Puentes, las Fuentes..., son sólo unos ejemplos de los atractivos de esta localidad en la que la arquitectura tradicional serrana alcanza inusitada belleza y originalidad.
Anímate a abandonar los recorridos más comunes y transitados y piérdete por el pueblo hacia barrios mas alejados y, si te es posible, hazlo al atardecer siguiendo los pasos de La Moza de Ánimas. Oyendo su esquila, en la oscuridad, descubrirás dinteles, escudos y grabados que te retornarán a otra época lejana en el tiempo pero cercana en el escenario y en los moradores que, desde hace siglos, han cuidado para nosotros este bello enclave. Leer más»
Valle de las Batuecas Pocos lugares se esconden en Salamanca más enigmáticos y mágicos que este profundo valle ubicado en la Sierra de Francia y catalogado como Sitio Histórico. El Monasterio Santo Desierto de San José custodia la entrada a la espesura de sus vertientes, en donde se dispersan antiguas ermitas y numerosos abrigos rupestres decorados con valiosas muestras de pinturas esquemáticas de época neolítica. La figura de la cabra montés domina los cantiles de esta Reserva Regional de Caza incluida en el Parque Natural Las Batuecas-Sierra de Francia.
Linares de Riofrío Tradicionalmente ha sido considerada como puerta de acceso a la Sierra de Francia. Sus calles dejan entrever arquitecturas que comparten rasgos del llano y de la sierra, lo que a algunos le llevan a ubicarla en las Presierras o Entresierras. Abundantes hallazgos arqueológicos reiteran su antiguo poblamiento. Es muy apreciada la producción de fresa de indudable calidad. En Linares podremos visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la Ermita del Humilladero y la Ermita del buen Suceso, el Bosque de Honfría o los Antiguos Hornos de cal morena.
En Monleón el perfil de su esbelto Castillo caracteriza a esta villa medieval. Numerosos hallazgos arqueológicos, como el verraco, denotan su antiguo poblamiento; murallas, fortaleza, judería,... convierten el paseo por la villa en una de las más singulares experiencias medievales de toda Salamanca. No hay que dejar de visitar el Verraco y Puerta de la Villa, la Fortaleza medieval, la Puerta de Coria y las Defensas naturales de la localidad. El Templo parroquial y su campanario además de su casco urbano, el Barrio judío y la Muralla.