Salamanca de punta a punta por la Vía de la Plata
Valverde de Valdelacasa - Valdelacasa - Fuenterroble de Salvatierra - San Pedro de Rozados - Morille - Aldeatejada - Salamanca - Calzada de Valdunciel
Allá por el tercer milenio antes de Cristo serían las civilizaciones de las primeras etapas metalúrgicas las que pondrían en comunicación las tierras occidentales de ambas mesetas con la de la actual Andalucía, siguiendo una ruta a la que daría carta de naturaleza el mundo romano al dotarla de las infraestructuras necesarias.
Según unos u otros, la denominación de Vía de la Plata procedería de la palabra latina o de la árabe de idénticos significados 'Camino Empedrado' y a lo largo de los siglos llegó a ser el gran eje vertebrador del oeste peninsular tanto en movimiento de personas, como en el intercambio comercial o a la trashumancia ganadera.
De hecho, se erigió en camino de peregrinación a Santiago desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol a comienzos del siglo IX, con lo que comenzaría a conocerse, entre otros nombres, como 'Camino del Sur'.
Declarado Monumento Histórico Artístico en 1931, la mitad meridional del tramo salmantino de la Vía aún guarda parte de su legado romano, pudiendo distinguir el caminante partes de su trazado, alguna alcantarilla, un gran número de miliarios y, por último, el gran puente romano de la antigua Salmantica, en cuyo mapa urbano todavía se dibuja su red viaria primera.
Si importante en todo caminar es la comunión con el paisaje, diverso y entretenido es el que se encuentra quien dirija sus pasos por nuestro camino jacobeo. Así, la comarca de la Sierra de Béjar dará la bienvenida al peregrino con el verdor de sus espléndidos castañares y el rumor alegre de sus arroyos, antes de despedirle hacia las tierras más planas y serenas de las comarcas de Salvatierra, del Campo de Salamanca y de La Armuña. En estas últimas, el castaño deja paso al roble, a la encina y a los campos de cereal, allá por donde el monte se hace llano y el horizonte se aleja hasta la exageración.
Etapa 1ª Límite provincial Cáceres / Salamanca - Puerto de Béjar - Fuenterroble de Salvatierra - 30,8 kms. Oculto en la boscosa ladera, el lugar de Puerto de Béjar abre la puerta salmantina como otrora lo hiciera la romana "mansio" de Caecilio Vicus que por aquí se ubicara. En este primer caminar la huella romana, con las viejas piedras de su calzada y los hitos de sus miliarios, acompañará al peregrino hasta alcanzar el puente de 'La Malena'. Más allá, en La Calzada de Béjar, aún se alzan los muros del fortín que vigilaba el valle del río Cuerpo de Hombre y las planicies del Sangusín, que le conducirán a las localidades de Valverde de Valdelacasa -la antigua Ad Lippos- y Valdelacasa para llegar a Fuenterroble de Salvatierra, donde el Camino hace parada y fonda con su albergue, su parque temático y los reparadores productos del campo charro. Albergue»
Etapa 2ª Fuenterroble de Salvatierra - San Pedro de Rozados - 28,6 kms. Las vías pecuarias de las que se sirvió el ganado trashumante marcan por completo la jornada de principio a fin. La ausencia de arbolado permite observar, vista adelante, vista atrás, cómo la alomada calzada romana queda inmersa en la cañada ganadera hasta que ésta se estrecha, convirtiéndose en cordel. Tras salvar la Sierra de la Dueña, próxima al antiguo emplazamiento de la 'Mansio' Sentice, una Cruz de Santiago allí levantada por la devoción popular indica, a la par, la mayor altitud entre Mérida y Astorga y el punto medio del Camino entre ella y Santiago. El roble y la encina entretienen un andar que se hace duro ante la ausencia de población alguna, salvo la del caserío de Calzadilla de Mendigos, cuyo nombre parece recordar a quienes por allí pasaban. Albergue»
Etapa 3ª San Pedro de Rozados - Salamanca - 19,5 kms. A tenor de las fuerzas que acompañen, la etapa anterior bien puede terminar donde se señala, San Pedro de Rozados, o bien en la cercana Morille, a tan sólo cuatro kilómetros. Las razones para esta última pueden ser dos: por una parte, el cansancio, y, por otra, el seguir una ruta alternativa que aleja al caminante del peligro de una carretera de estrecho arcén, al tiempo que lo va introduciendo en un bello escenario de ondulados encinares ganaderos como paso previo a los llanos campos por los que crece el cereal. Sea cual fuere la opción elegida -carretera o camino- el municipio de Aldeatejada será el umbral de entrada al Valle del Zurguén, por el que discurre el último trazo visible de la Vía romana de la Plata que conduciría, y conduce, a la incomparable y dorada Salamanca. Albergue»
Etapa 4ª Salamanca - Calzada de Valdunciel - 17,1 kms. Salamanca, ciudad Patrimonio de la Humanidad, sede de dos universidades -una de ellas la más antigua de España-, de dos catedrales y con medio centenar de edificios declarados como Bienes de Interés Cultural, merece ser flanqueada por dos jornadas de corto recorrido que dejen tiempo abierto para el solaz artístico, antes de emprender camino de nuevo. Dejando atrás la ciudad, a la sombra del estadio y del nudo de carreteras, el peregrino ha de prestar atención y no descuidar la flecha que le sacará del asfalto, por la izquierda y tras la última rotonda, para llevarle por pistas agrícolas de buen andar. Calzada de Valdunciel, cuyo simple nombre une su memoria al paso de la Vía y a la de incontables devotos que por aquí pasaron haciendo el Camino hacia Santiago, será la última población de paso en tierra salmantina. Albergue»
Etapa 5ª Calzada de Valdunciel - Límite provincial Salamanca / Zamora - 16,5 kms. Bien pertrechado del alimento y líquido necesario, el peregrino avanzará por campos de labor y por un camino reciente que, siguiendo la autovía por su costado izquierdo, le conducirá sin interrupción salvo el paso de la Rivera del Cañedo que deberá hacerse por la carretera al límite provincial. Se entra, de esta forma, en la provincia de Zamora, con el primer descanso obligado en El Cubo de la Tierra del Vino.
