Ruta por La Salamanca de Lord Wellington
Salamanca - Ciudad Rodrigo - Tamames - Fuentes de Oñoro - Alba de Tormes - Arapiles
El legado del viajero Entre los años 1807 y 1814 la península Ibérica se convirtió en el escenario de una de las más cruentas campañas de las guerras napoleónicas. Un conflicto internacional que colocaría a las provincia de Salamanca en las primeras páginas de los periódicos de la época. De esa forma, nombres como Ciudad Rodrigo, Tamames, Alba de Tormes, Fuentes de Oñoro, El Bodón, Arapiles o Garcihernández comenzaron a oírse en las principales capitales del mundo.
El reverendo William Bradford, capellán de brigada del ejército británico, pasó por Salamanca a finales del año 1808. Sus dibujos y su cuaderno de notas terminaron convirtiéndose en un hermoso libro que dio a conocer la ciudad y la provincia en toda Europa. Este es el testimonio que el viajero del pasado lega al viajero moderno:
"Al entrar en territorio español por el camino que une Almeida con Salamanca, el viajero se sorprende por el cambio que percibe en la indumentaria y en el lenguaje de las gentes que se encuentra; pero lo que más llama la atención [...] es la limpieza de sus casas que, por lo general, ofrecen un aspecto de holgura e independencia apenas superado por lo que se puede observar en las mejores casas de campo de Inglaterra."
"El traje de los hombres es teatral y pintoresco, y está diseñado para destacar las gracias del cuerpo. Se compone de un chaleco pardo abierto a la altura del estómago, adornado con botones de plata primorosamente trabajados, un cinturón o faja alrededor del cuerpo, calzón de paño bajando solo hasta medio muslo, medias, también de tela, que cubren la pierna, y coturnos atados a los pies y a los tobillos mediante tiras de cuero. Un gran abrigo envuelve todo el cuerpo o se lleva echado al hombro y colocado con toda la intención para agraciar las distintas poses del cuerpo..."
La Salamanca de Lord Wellington Arthur Wellesley, más conocido por Lord Wellington, el vencedor de Napoleón en Waterloo y primer ministro de Gran Bretaña, ostentaba también el título de Duque de Ciudad Rodrigo. El Lord pasó casi seis años en la península Ibérica luchando contra las tropas napoleónicas, obteniendo algunas de sus más aclamadas victorias en tierras de Salamanca.
Salamanca napoleónica 1808-1813 El escritor Mesonero Romanos dio cuenta en sus Memorias de un Setentón del estado en el que se encontraba la Salamanca de 1813, una tierra asolada por los frecuentes encuentros de los ejércitos de Napoleón con los aliados anglohispano-portugueses comandados por Lord Wellington:
"La verdad es que esta antiquísima y monumental ciudad había sucumbido casi en su mitad, como si un inmenso terremoto, semejante al de Lisboa a mediados del pasado siglo, la hubiera querido borrar del mapa. El sitio puesto por los ingleses antes de la Batalla de Los Arapiles, la toma de los Monasterios fortificados de San Vicente y San Cayetano y el incendio del polvorín y la feroz revancha tomada por los franceses la noche de San Eugenio, 15 de noviembre, en su vuelta a la ciudad, fueron sucesos ocasionales de tanta ruina, y que no se borrarán jamás de la memoria de los salmantinos."
Poco contaba el insigne autor costumbrista con el amnésico poder del tiempo. Casi doscientos años después de aquellos desgraciados acontecimientos la mayoría de salmantinos y visitantes pasean por la Plaza Mayor sin percatarse de la presencia del medallón del vencedor en Los Arapiles, Lord Wellington, o pasan de largo por algunas poblaciones que fueron en ese tiempo escenario de episodios clave para la historia de Europa.
La ruta 'La Salamanca de Lord Wellington' presenta una ciudad y una provincia a aquellos viajeros con ansias por conocer apasionates relatos, invitándoles a recorrer una serie de sitios históricos en los que podrán revivir una época de guerra, hazañas y aventuras al tiempo que visitan lugares privilegiados por su monumentalidad, sus paisajes y su gastronomía.
Salamanca Las tropas invasoras enviadas por Napoleón, que entraron en la ciudad en enero de 1809, construyeron tres fortines en los edificios de los Conventos de San Vicente, San Cayetano y La Merced. La construcción y el asedio de estos fortines -episodio este último que tuvo lugar entre el 17 y el 27 de junio de 1812- destruyó gran parte del patrimonio monumental de Salamanca. Lord Wellington liberó la ciudad, pero ésta tuvo que pagar un alto precio.
Ciudad Rodrigo Fortaleza enclavada en el camino que lleva a tierras lusas atravesando la provincia de Salamanca, sufrió dos asedios durante la Guerra de la Independencia. El primero en 1810, a cargo de un ejército francés enviado por Napoleón para invadir Portugal. El segundo en 1812, cuando la fuerza aliada al mando de Lord Wellington decidió contraatacar y marchar hacia el interior de España. Para el viajero de nuestro tiempo, la antigua Fortificación abaluartada de Ciudad Rodrigo se ha convertido en un lugar fascinante para evocar la historia de la Europa Napoleónica.
Tamames El 18 de octubre de 1809, en Tamames, el VI Cuerpo de ejército del general francés Le Marchand fue derrotado por el ejército español al mando del Duque del Parque. La de Tamames fue, junto con la de Bailén, una de las dos grandes victorias de un ejército español sobre las tropas napoleónicas.
Fuentes de Oñoro Entre el 3 y el 5 de mayo de 1811, Lord Wellington y su ejército compuesto por británicos, alemanes, portugueses y españoles rechazó el ataque de la fuerza francesa comandada por el mariscal Masséna.
Alba de Tormes El 28 de noviembre de 1809 el ejército español al mando del duque del Parque fue aplastado por la caballería del general francés Le Marchand en Alba de Tormes. Años después, entre el 14 y el 24 de noviembre de 1812, el Castillo de Alba fue el escenario de la épica defensa del teniente coronel José de Miranda frente a las tropas francesas comandadas por el hermano de Napoleón.
Arapiles La batalla más decisiva de la Guerra de la Independencia se libró el 22 de julio de 1812 a pocos kilómetros de la capital salmantina. Concluyó con la aplastante derrota del ejército del mariscal Marmont a manos de la fuerza aliada comandada por Lord Wellington. El Campo de Los Arapiles está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Histórico.