Un Paseo por Tierras de Medina - Valladolid
Arroyo de la Encomienda - Simancas - Tordesillas - Pollos - Castronuño - Alaejos - Nava de Rey - Villaverde - Medina del Campo - Pozaldez - Matapozuelos - Serrada - La Seca - Rueda
Discurre este itinerario a través de un paisaje rico en contrastes y matices. Se desliza desde las riberas frondosas de Castronuño, bañadas por el Duero, hasta los viñedos que han hecho de Rueda una localidad de referencia.
Pero no faltan las amplias extensiones de pinares, inesperadas charcas de flujo intermitente y campos de secano y regadío. Son las tierras que rodean la localidad de Medina del Campo, histórico punto de encuentro cuyas ferias estuvieron entre las primeras de Europa.
Arroyo de la Encomienda, en las proximidades de la capital, guarda, en medio del fuerte desarrollo urbanístico impulsado en los últimos años, la sorpresa de su Iglesia de San Juan Bautista, románica del siglo XII. Como apunta el topónimo, la localidad perteneció a la orden del Temple.
Enseguida se llega a Simancas, conjunto histórico artístico. Además de la Iglesia de El Salvador con un retablo Mayor de Inocencio Berruguete y una de las escasas torres románicas de Valladolid y de un buen número de casonas de los siglos XVI y XVII que ennoblecen el callejeo por Simancas, la atención la concita lo que fuera el Castillo edificado en el siglo XV por Alonso Enríquez, Almirante de Castilla, sobre un alcázar árabe. Felipe II ordenó a Juan de Herrera que lo adaptara para Archivo General del Reino.
Hoy atesora millones de documentos sobre la historia española. Un poco más allá de la iglesia, un mirador se abre sobre los 17 ojos del puente, medieval en su origen, que salta el Pisuerga.
Por la autovía se alcanza Tordesillas. El también medieval puente que con diez ojos salva aquí el Duero es de sobria belleza. Ya dentro de Tordesillas destacan la Plaza Mayor, con soportales y balconadas, y un entramado urbano en el que pueden verse casas nobles y palacios del siglo XVI. En 1340 Alfonso XI levanta en ella un palacio. Una hija de Pedro I el Cruel lo convierte en convento, el Real Monasterio de Santa Clara, obra cumbre del mudéjar como puede apreciarse en la que fuera fachada del palacio, el patio de entrada, las Capillas Mudéjar y Dorada, los inesperados y admirables baños árabes, y en numerosos detalles de la sacristía, iglesia, etc.
Pero entre sus episodios históricos más notables está, en 1494, la firma del Tratado de Tordesillas, en las casas que hoy acogen la oficina de turismo, el Museo del Tratado de Tordesillas y la Exposición de Maquetas Grandes Miniaturas. De ese siglo XV, en su parte góticoflamígera, es el templo de San Antolín, rematado en el XVI. Convertido en museo de recomendable visita. Leer más»
Al disfrute viajero se suman antiguos hospitales y ermitas, la bella Torre herreriana de Santa María, el Museo dedicado al encaje y el Museo de la Radio. En dirección a Salamanca un desvío conduce hacia Pollos, con su Iglesia de San Nicolás.
Castronuño, la población arropa a la pequeña joya románica que es su Ermita del Cristo, en el entorno que ocupara el desaparecido castillo. Cuenta con abundantes elementos de interés. Especialmente destaca la portada sur. Un poco por debajo de la ermita se localiza el Mirador de La Muela, perfecto balcón desde el que asombrarse con la marcada revuelta de un río Duero pletórico en sotos y avifauna. Desde él se domina el único espacio natural protegido de la provincia: la reserva natural de las Riberas de Castronuño-Vega del Duero, cuyas particularidades se descubren y muestran en la Casa de la Reserva Natural.
La C-112 conduce hasta Alaejos, sobre cuyo perfil sobresalen las imponentes torres de las Iglesias de Santa María y de San Pedro, ambas del siglo XVI. La torre de esta última, barroca, tiene una altura de 75 metros. La iglesia de Santa María alberga un museo parroquial.
Esa misma carretera lleva hasta Nava del Rey. Ya desde lejos se aprecia la hermosura de la torre de la Iglesia de los Santos Juanes, conocida como la 'Giralda de Castilla'. El templo fue levantado entre los siglos XVI y XVIII. El interior tiene grandes atractivos, como la sillería de nogal del coro, el grupo escultórico del 'Llanto sobre Cristo Muerto' o el retablo Mayor, obra de Francisco de la Maza.
La sacristía nueva fue realizada por Alberto Churriguera en 1725. Otros edificios interesantes de la localidad son el Ayuntamiento, el Convento de las Capuchinas y la Ermita de la Concepción.
Villaverde de Medina, con su Iglesia de Santa María del Castillo.
Medina del Campo La época dorada de esta emprendedora villa se sitúa en torno a los siglos XV y XVI. Es en ese momento, en buena parte debido al afecto que muestran los Reyes Católicos por ella, cuando Medina conoce su mayor expansión urbanística. El empuje otorgado por estos reyes a sus ferias convierte a Medina del Campo en el auténtico ombligo del mundo occidental conocido, en el foro comercial hasta el que acudían mercaderes, comerciantes y banqueros de toda Europa para realizar sus operaciones.
Todo lo que supuso este momento y el significado que aún tiene en el sistema económico actual se muestra magníficamente en el Museo de las Ferias, acondicionado en la Iglesia de San Martín. La antigua capilla mayor de esta iglesia presenta una cubierta mudéjar de planta octogonal de extraordinaria maestría.
El callejeo por el interior histórico de la población lleva a degustar, en indiferente orden, la notable riqueza arquitectónica y monumental que atesora Medina del Campo. Leer más»
Desde Medina, por la VA- 404, se llega hasta Pozaldez, con las Iglesias de Santa María y San Boal.
Y, después, Matapozuelos. Su Iglesia de Santa María Magdalena es una obra del siglo XVI con reformas del XVII. La portada es del XVIII. Destaca la torre, de esbelto perfil, con remate ochavado de singular belleza.
Desde Matapozuelos el viaje lleva hasta Serrada, localidad profundamente vinculada, en su historia y arquitectura, con el vino. Su única Iglesia se dedica a San Pedro Apóstol, del siglo XVII, hecha en ladrillo y de estilo barroco. En su interior alberga un notable retablo Mayor también barroco.
La plaza Mayor aparece presidida por el Ayuntamiento, en un edificio del siglo XVIII. El entramado urbano de Serrada está salpicado de notables casonas, muchas de ellas construidas en el siglo XVIII. Pero Serrada destaca también por su compromiso con el arte pictórico y escultórico. Todo el casco urbano está aderezado por esculturas y murales, con muchas obras del artista Manuel Sierra. El Paseo del Arte es un verdadero museo al aire libre.
La C-610 lleva hasta La Seca (Vall). Su Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es del siglo XVI, tiene unos retablos barrocos y unas interesantes piezas de plata.
En Rueda, última etapa del itinerario, se halla el que muchos consideran el ejemplo más hermoso del barroco vallisoletano, la Iglesia de Santa María de la Asunción. Su portada, que flanquean dos cubos rematados por chapiteles con techumbre de pizarra, está concebida a modo de retablo de piedra. Fue construida en la época de mayor esplendor de la villa, durante el siglo XVIII, por Manuel Serrano. Especial valor tienen un tríptico flamenco del XVI y el órgano barroco.
El trazado urbano de la localidad es un conjunto histórico en el que abundan las casas blasonadas, casi todas aderezadas con decoración típicamente mudéjar. Llama la atención su Ermita del Santo Cristo, original templo de forma hexagonal.