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Támara de Campos - Conjunto Histórico

Comarca: Tierra de Campos

Támara de Campos

La pequeña localidad palentina de Támara de Campos se encuentra situada en la extensa llanura de Tierra de Campos, a escasa distancia del Camino Francés a Santiago y del Canal de Castilla. De rico pasado histórico se cree que en esta villa tuvo lugar en 1037 la Batalla de Támara, hecho que dio origen a la unión de los Reinos de Castilla y de León.

Un monolito en la localidad nos recuerda este acontecimiento histórico. El mismo monolito también rinde homenaje a la figura de Sinesio Delgado, natural de la villa, escritor y fundador de la Sociedad de Autores Españoles.

La villa, de apenas 80 habitantes, aún conserva su antiguo esplendor, un casco urbano de trazado medieval, una plaza porticada y varias casas señoriales blasonadas acompañan a buenas muestras de arquitectura popular. En la parte alta se encuentran las bodegas subterráneas. En Támara también encontramos restos de antiguos palomares, tan típicos del paisaje castellano. Gracias a su rico patrimonio, en 1998 fue declarada Conjunto Histórico Artístico.

En Támara de Campos aún se pueden contemplar restos de la antigua muralla medieval del siglo XI. Las cuatro puertas de acceso a la villa: la de San Miguel, San Roque, del Caño y del Monte. Destaca por su buen estado de conservación la Puerta del Caño, formada por un doble arco apuntado al exterior y rebajado en el interior, separados por el rastrillo o antigua puerta levadiza.

Por el interior una imagen de la virgen preside la parte alta. Frente a este acceso se encuentra el caño que da el nombre a la puerta. También se conservan restos de la puerta de San Miguel.

En la Plaza Mayor se alza la Iglesia de San Hipólito el Real, sus enormes dimensiones son más propias de una catedral. Según apuntan los historiadores, su construcción se iniciaría a finales del siglo XIV siendo finalizada a principios del siglo XVI, en la época de transición del gótico tardío al renacimiento. En 1931 fue declarada Monumento Nacional, la dejadez estuvo a punto de convertirla en ruina pero afortunadamente fue restaurada en la decada de los ochenta del siglo XX.

No están claras las razones por las cuales se patrocinó un templo de estas características en una población tan pequeña, lo cierto es que muchos reyes de Castilla otorgaron privilegios, en forma de ingresos, a la iglesia de Támara.

El elemento más destacado en el exterior es su grandiosa torre. Esta torre se encuentra adosada en la zona de los pies de la nave central. La torre primitiva se vino abajo en el siglo XVI y fue sustituida por la actual, correspondiente al siglo XVII y de influencias herrerianas. La torre tiene forma cuadrada y está compuesta por cuatro cuerpos. En el segundo cuerpo se hallan los escudos de los Reyes Católicos. La parte superior está rematada por una balaustrada y pináculos piramidales terminados en bolas, elemento propio de la decoración del Escorial.

En la zona de los pies la iglesia cuenta con tres entradas, una por cada nave. La puertas de acceso laterales están formadas por varias arquivoltas apuntadas y cerradas por un arco conopial, decorado con motivos vegetales propios del estilo gótico tardío. En el tímpano de la puerta del lado del evangelio apenas se conservan unos restos de la virgen sedente.

El acceso de la nave central se realiza a través de un arco de medio punto, correspondiente al primer cuerpo de la torre. Esta iglesia también posee una entrada en el lateral norte que consta de varias arquivoltas de medio punto.

La iglesia de San Hipólito el Real posee una planta de cruz latina compuesta por tres naves, el brazo del transepto y la cabecera poligonal. Las naves están cerradas con  bóvedas de crucería. En su interior son numerosos los atractivos y las joyas de arte que se pueden contemplar.

En la zona del altar se encuentra el Retablo Mayor de estilo churrigueresco realizado a finales del siglo XVII. El retablo consta de dos cuerpos y cinco calles. En este retablo se narran varios episodios de la vida de San Hipólito. El altar está cerrado por una enorme reja de principios del XVI; en el remate aparece el escudo de Felipe el Hermoso. En los ábsides laterales se colocan dos retablos, uno dedicado a San Juan Bautista y el otro a la Virgen de Pópulo.

En el brazo del transepto son significativos dos retablos de estilo barroco: el de la Soledad y el retablo del Cristo de las Batallas. Adosado a una de las columnas que separan la nave principal de las laterales se halla el magnífico púlpito de estilo gótico tardío, que presenta decoración mudéjar y tornavoz renacentista.

A los pies de la iglesia se encuentra el coro alto. Se  accede a él a través de una bella escalera de caracol. Fue construido a finales del siglo XV, pero la sillería gótica original se perdió con el derrumbe de la torre y fue necesario realizar un nueva de estilo renacentista. El coro bajo se cubre con bóveda de crucería estrellada, sustentada por unos bellos arcos rebajados ornamentados con motivos propios de este último gótico. Los dos muros laterales se encontraban originalmente decorados cada uno con seis apóstoles, bajo doseles rematados con chapiteles y tracerías góticas. Actualmente, en la parte de la nave de la Epístola, sólo aparecen cinco apóstoles.

Bajo la hilera de los apóstoles aparecen dos ángeles portando los escudos de los Reyes Católicos. Sobre el arco de la parte central se coloca una escultura de Dios Padre y, bajo él, el símbolo de la Anunciación. En los extremo del arco aparecen el Arcángel San Gabriel y la Virgen María.

Junto al coro se encuentra un órgano barroco de gran calidad que se sustenta únicamente por una columna. También destaca la pila bautismal que se localiza en una capilla junto al coro, en el lado de la epístola. La pila bautismal es de mármol y posee una traza gótica que recoge varias escenas de la vida de Cristo bajo arcos conopiales.

En el siglo XVII se construyó la sacristía junto a la cabecera, también de influencia herreriana; en su interior sobresale la bella cajonería de madera de nogal. En esta estancia se conservan varias piezas de platería y ropas litúrgicas.

Muy cerca se sitúa la Iglesia del antiguo hospital de los Peregrinos, también denominada la Iglesia del Castillo. Fue construida por la Orden de San Juan de Jerusalén en el siglo XII. Constaba de un hospital para atender a los peregrinos que caminaban hacia Santiago de Compostela. En la actualidad alberga el Ayuntamiento del municipio y el museo etnográfico. Se accede al interior por una puerta formada por varias arquivoltas de medio punto. Bajo la espadaña se levanta un arco de medio punto que aún conserva parte de la decoración original.

A las afueras de Támara de Campos se encuentra la Iglesia del monasterio benedictino de San Miguel. Esta iglesia data del siglo XIII y está formada por tres naves que se cubren con bóveda de crucería.

A pocos kilómetros de Támara de Campos se sitúa la Ermita de la Virgen de Rombrada. La obra actual corresponde al siglo XVIII y en su interior se halla una imagen gótica de la Virgen con el niño. Esta virgen es la patrona de la localidad y en su honor se celebra una romería.

Támara de Campos es en la actualidad un pequeño municipio de la provincia de Palencia, que nos indica, a través de su rico patrimonio la importancia que la villa tuvo en otros tiempos. Paseando por sus calles, contemplando sus monumentos y casas blasonadas, uno podrá retrotraerse a esos tiempos.

Tamara campos mini1

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