Iglesia de Santiago

Románico-Mudéjar en Alba de Tormes

Alba de Tormes

Araujo afirma que la Iglesia de Santiago de Alba de Tormes ya era citada reiteradas veces en el Fuero de 1140, por lo que cabe concluir que fue la iglesia más antigua de la villa y en la que se reunía el Concejo, pero a juicio de Gómez Moreno su fábrica sería algo posterior. Fue iglesia de un hospital de peregrinos y después de la residencia de ancianos.

Su planimetría es bien sencilla ya que se reduce a una capilla mayor de planta semicircular y tramo presbiterial recto y una nave rectangular, todo ello de modestas proporciones que se concretan en 22 metros de longitud en la nave por algo menos de 8.50 de ancho. Parece que tuvo una nave más en la costanera del evangelio que desapareció en época indeterminada. Los materiales constructivos empleados son mampostería de lajas de pizarra y ladrillo.

Por el exterior su interés se concentra en el ábside que hasta hace algo más de veinte años estaba recubierto de cemento; liberado ahora, lucen tres filas de arcos semicirculares doblados los de los cuerpos inferiores y sencillos y enmarcados los superiores. La parte norte del tramo recto repite la misma organización y con las mismas soluciones en los dos cuerpos bajos, y en el alto se anima con arcos trilobulados y enmarcados por un alfiz. Este lienzo se continúa con una espadaña de dos cuerpos levantada en época barroca.

En el costado opuesto se levanta la torre, llamada del Reloj por el que rigió la vida albense durante mucho tiempo; en su construcción predominó el mampuesto de lajas, si bien en menor escala se usó el ladrillo.

El ábside por el interior combina el ladrillo y la piedra y dibuja un semicírculo cubierto con bóveda de horno y queda separado del tramo recto, cerrado con una bóveda de medio cañón, por un arco fajón apeado sobre columnas de piedra y capiteles figurados.

Este tramo se individualiza de la nave, más ancha, por medio de un arco triunfal muy deformado con varias roscas que arranca de columnas con capiteles con aves de cabezas humanas y parejas de cuadrúpedos. Todos de talla poco fina. Los muros van recorridos a la altura de los cimacios por una cornisa con hojas inscritas en círculos talladas a bisel; bajo ella van dos galerías de arcos; la parte inferior se anima con una arquería ciega de siete arcos doblados semicirculares y la superior con otra de nueve también de medio punto, pero sencillos.

La nave está mal caracterizada y se comunica con el exterior por medio de una portada con pomas que hace pensar que se construyera a finales del siglo XV. Está cubierta con una sencilla armadura de par y nudillo.

En la actualidad alberga el Museo de la Alfarería.

Dirección General de Patrimonio Cultural
Autor: José Ramón Nieto González