La Joya desconocida de la Montaña Palentina
Comarca: Montaña Palentina
Guardo
La Iglesia de San Juan Bautista de Guardo, también conocida como la Joya desconocida de la Montaña Palentina, es una construcción de estilo gótico florido del siglo XVI, posiblemente levantada sobre los restos de un templo románico del siglo XIII, del que a día de hoy solo se conserva la Pila Bautismal.
La torre de la Iglesia fue construida en piedra de sillería, traída en 1760 de la cantera de Val de Ur (Valle del Agua), por el arquitecto Bartolomé Alonso, vecino de Villanueva y natural de Llanes (Asturias). Aunque no fue hasta el año 1761 cuando se terminó por completo la torre. Su planta es de salón con tres naves separadas por pilares que soportan bóvedas de crucería estrellada y tiene una portada de arco de medio punto.
Destaca la capilla del arzobispo Don Francisco Díaz-Santos Bullón, Obispo de Barcelona y Señor de Sigüenza, también conocida como ‘Capilla de los Enríquez, con cúpula de linterna y escudo de los Bullón, construida en el año de 1759. Hay una segunda capilla perteneciente a San Antonio, patrón de Guardo, también del siglo XVIII.
El afamado taller de los Sierra de Medina de Rioseco deja su impronta en el templo con varias las esculturas de estilo barroco. Destacan el Cristo de la Agonía, presidiendo el Altar Mayor, un San Juan Bautista o la talla del patrón de la localidad, San Antonio de Padua. Otras piezas de interés son una Cruz Procesional de plata y una reliquia del siglo IX, atribuida a Santa Columba, una de las mártires de Córdoba.
San Antonio de Padua
De la Pila Bautismal no se conoce su procedencia, se trata de una hermosa pieza, robusta, de tipo cónico truncado, sin curvatura en su superficie y sin peana y soporte propio. En su contorno lleva una greca clásica. Posiblemente fue tallada por un artista local que supo darle a la pieza una gran expresividad y dramatismo, en ella se representan escenas sobre la vida y la muerte.
A simple vista se distinguen dos bandas o zonas iconográficas, claramente diferenciadas. En la parte superior, escultóricamente más trabajada y de mayor volumen, se aprecian arcos rudimentarios en ángulo de ‘vertida’ a dos aguas, la figura de un centauro sagitario de gran tamaño y a una pareja (hombre y mujer) ‘conversando’.
En la parte inferior, se observan figuras como dentro de unas fosas, destacando entre ellas un personaje femenino, tumbado pero vivo y en movimiento. Aunque de difícil interpretación y simbolismo, parece ser que los personajes de la parte superior giran en torno a la vida y los de la parte inferior, a la muerte.
Para finalizar, no podemos pasar por alto el arcosolio funerario que asienta una lápida de mármol con bella iconografía, y que sugiere, el enterramiento de algún legendario caballero templario.
Información: Ayto. de Guardo
