Ruta por Belorado, Briviesca y Poza de la Sal - Burgos
Comarca: La Bureba - Oca y Tirón
Belorado - Monasterio de Rodilla - Briviesca - Poza de la Sal
Esta ruta por la comarca de La Bureba, con inicio en Belorado, nos acerca a cuatro de sus localidades más emblemáticas, viajaremos por una comarca rica en patrimonio artístico y preciosos parajes naturales.
Belorado Con antecedentes celtibéricos y romanos, su apretado caserío se distribuye a la sombra de las ruinas de lo que fue una estratégica fortaleza medieval. El hecho que más ha influido en su história y su configuración urbanística ha sido el paso del Camino de Santiago.
Constituye uno de los principales hitos de la Ruta Jacobea. Esta localidad merece una visita reposada, con el fin de no perderse ninguno de sus atractivos. Leer más»
De entre los monumentos beliforanos destacan el Castillo y las Iglesias de San Pedro y de Santa María. La de San Pedro se localiza en la plaza mayor porticada, centro neurálgico de la población. Parece ser que fue de fábrica medieval, aunque muy reformada en el siglo XVII. El gran presbiterio aparece ocupado por un monumental retablo rococó. Más interesante es la iglesia de Santa María, erigida a los pies del cerro del Castillo, en el siglo XVI.
En la actualidad, Belorado es una villa tranquila, muy atractiva para los amantes de la naturaleza, que pueden practicar el senderismo entre bellos parajes de hayedos y robledales, pescar truchas en el Tirón, hacer parapente desde la Muela, o visitar las Cuevas de Fuentemolinos. Leer más»
Monasterio de Rodilla Población asentada a la entrada de La Bureba. Su joya y una de las joyas del románico de La Bureba es la Ermita de Nuestra Señora del Valle, del siglo XII. Sobre la ermita quedan los restos del Castillo del siglo X, que más tarde fue de la Casa de los Velasco.
Briviesca Asentada junto al Río Oca, la ciudad aparece ante nosotros con su peculiar trazado de amplias calles dispuestas con elegancia en torno a la plaza Mayor. En ellas aparecen importantes casonas blasonadas, como las de los Torre, los Sánchez de Briviesca, la del Abad Rosales y el Palacio de los Soto Guzmán, antiguo palacio señorial, con elegante torre porticada, hoy sede del Ayuntamiento de la ciudad.
El núcleo de la primitiva 'Virovesca' romana se encontraba en el cercano cerro de San Juan, bajando la población a asentarse en su emplazamiento actual a finales del siglo XIII o comienzos del XIV.
A principios del siglo XIV la infanta doña Blanca, nieta de Alfonso X el Sabio levantó su alcázar y fortificó la población con murallas. En 1370 Enrique II donó la villa a Pedro Fernández de Velasco y en 1387 celebró Cortes el rey Juan I, estableciendo en ellas el honroso título de Príncipe de Asturias para los herederos de la Corona de Castilla. Es a partir de esta época cuando Briviesca alcanza su máximo esplendor.
Iglesia Colegial de Santa María la Mayor Conserva parte de su estructura gótica, siendo reformada en los siglos XVI y XVII. Fachada renacentista. En su interior hay un bello retablo dedicado a Santa Casilda, obra de Pedro López de Gámiz. En ella se celebraron las Cortes convocadas por el rey Juan I.
Iglesia de San Martín También gótica, fuer reformada en el siglo XVI. El retablo mayor, barroco fue realizado en el siglo XVIII y en una capilla lateral yace don Pedro Ruiz de Briviesca en artístico sepulcro.
Convento de Santa Clara Es el monumento más importante y significativo de Briviesca. Fue fundado por doña Mencía de Velasco a principios del siglo XVI. La iglesia tiene planta de cruz latina con cabecera octogonal y bóveda estrellada, obra de Gil de Hontañón y Pedro de Resines. Magnífico retablo mayor tallado por el artista mirandés López de Gámiz.
Enclavado en un pintoresco escarpe, se encuentra el Santuario de Santa Casilda, edificado en el siglo XVI. En el altar mayor duerme la Santa de las rosas, patrona de La Bureba, en artística estatua tallada por Diego de Siloé. Típica romería el martes anterior a la Ascensión.
Poza de la Sal La pintoresca villa medieval se asienta en el borde del páramo que delimita La Bureba por el Oeste, bajo el castillo de los Rojas, a cuyo abrigo se extiende el caserío, configurándose el núcleo urbano dentro de la muralla levantada en el siglo XIV, en cuyos lienzos se abren la Puerta Alta, la Puerta de las Eras y la Puerta del Conjuradero. Quedan en lo alto las Antiguas Salinas, principal fuente de riqueza de la población en la Edad Media.
Conocidas desde antes de la llegada de los romanos, estos establecieron aquí una importante población a la que llamaron Salionca. Siglos después, en tiempos del Conde Fernán González, se repuebla la villa y Alfonso VII la otorga fueros hacia el año 1136. A finales del siglo XIII, Fernando IV otorga el señorío a Juan Rodríguez de Rojas, uno de cuyos sucesores, don Juan de Rojas, alcanzaría del rey Carlos V el título de Marqués de Poza.
Iglesia de San Cosme y San Damián Templo gótico de tres naves y crucero. Al exterior la portada es barroca. Retablo mayor de doble advocación, barroco; retablos de la Virgen del Rosario y de San Andrés, renacentistas, atribuido éste a Simón de Bueras. Elegante cajonería del siglo XVIII; cruz procesional y otras piezas de interés en el museo parroquial.
Ayuntamiento Sobrio edificio del siglo XVIII adosado a la muralla.
Arco Conjuradero Puerta principal de la villa sobre la que, en 1694 se construyó el balcón desde el que se conjuraban los nublados. Por este arco se sale a la Plaza Nueva, desde la que se contempla una espectacular panorámica de La Bureba.
Casa de la Administración de las Salinas Construida en el siglo XVIII para la organización y control de la explotación y el comercio de las salinas.
Castillo Levantado en lo alto de la peña, conserva los muros exteriores y algunos cubos y estancias abovedadas. Fue reconstruido por los Rojas en el siglo XVI. En la ladera, entre el castillo y la villa se levanta una torre con restos de muros de lo que fuera el palacio de los Marqueses de Poza.
Fuentes Curioso conjunto de fuentes, abrevadero y lavaderos, con un pequeño acueducto para el riego de origen romano.

