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Ávila y Alfoz

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Tras los pasos de Teresa de Jesús II - Ávila 1562

Comarca: Ávila y Alfoz

Ávila

Continuación Ruta Teresiana en Ávila I

Monasterio de Nuestra Señora de Gracia - Calle Cuesta de Gracia, s/n
El Monasterio de Nuestra Señora de Gracia está situado en una de las plazas de la ciudad de Ávila que mejor ha conservado el ambiente de la época de la Santa. En este convento de la Orden de San Agustín, fundado en 1509 por Doña Mencía de San Agustín, sobre la ermita de los santos Justo y Pastor, Alonso de Cepeda internó en 1531 a su hija en contra de su voluntad con la idea de que madurase y se formase.

Su permanencia en el mismo será interrumpida por una grave enfermedad que la lleva a regresar a la casa de su padre, en otoño de 1532. La tutela de María Briceño durante su estancia en Gracia será esencial en su formación y en su decisión de profesar como religiosa.

La capilla mayor es de 1531 y fue edificada por Pedro Dávila. En 1622 ardió el templo y posiblemente de esa fecha es la renovación de sus bóvedas. Pieza singular es el retablo mayor, obra de Juan Rodríguez y Lucas Giraldo y que hay que relacionar con el de Nuestra Señora de las Vacas y con el trascoro de la Catedral de Ávila. El convento actual es de fines del XVI. Se conservan el comulgatorio y confesionario como de época de la Santa, y se indica que la sacristía interior era la habitación en la que dormían las colegialas.

Monasterio de la Encarnación - Paseo de La Encarnación, s/n
Uno de los lugares esenciales de la vida de la Santa es el Monasterio de la Encarnación donde permanece casi ininterrumpidamente desde 1535 hasta 1574. El Monasterio de La Encarnación había nacido como un beaterio fundado por Doña Elvira González de Medina en 1478 junto a la puerta de San Vicente, poco después se trasladó a la antigua calle del Lomo y en 1510, siendo priora Doña Beatriz de Guiera, se trasladaron al lugar actual, convirtiéndose en religiosas con votos.

Cuando Teresa de Cepeda, sin permiso paterno, ingresa en la Orden del Carmen, el monasterio era uno de los más poblados de la ciudad. Contaba con un número muy elevado de bienes, y al igual que en otros muchos, la vida de convento no era rigurosa y existían diferencias sociales muy acusadas entre las monjas. En La Encarnación recibe los consejos de Francisco de Borja, de Juan de la Cruz y de Pedro de Alcántara y desde aquí se prepara la Reforma del Carmelo. La iglesia fue reformada en época barroca. Hay un interesante museo teresiano.

Monasterio de San José o de las Madres - Plaza de las Madres, 4
Es sin duda este monasterio el que recoge mejor que ningún otro el ideal monástico de Teresa de Ávila, caracterizado por la sencillez y austeridad. Es la primera fundación y fueron muchas las dificultades que se encontró la Santa para llevar a buen término su proyecto, pues necesitó de la ayuda de familiares, amigos y miembros de la nobleza y del clero abulense. Su hermana Juana de Ahumada y su cuñado Juan de Ovalle adquirieron las casas como residencia habitual y emprendieron la adaptación de las mismas en dependencias conventuales.

Para su financiación contó con los envíos que realizaba su hermano Lorenzo de Cepeda desde las Indias. Sus amigas, Doña Guiomar de Ulloa y Doña Aldonza de Guzmán, solicitaron la licencia al Papa para fundar un convento de Carmelitas y algunos prelados abulenses, como el obispo Álvaro de Mendoza, Gaspar Daza y Pedro de Alcántara, apoyaron también a la carmelita.

El monasterio se componía de una serie de casas, que se agruparon y unieron creando un espacio arquitectónico que aún hoy se conserva y que nada tenía que ver con la arquitectura de otros monasterios de la ciudad y una pequeña iglesia, hoy desaparecida, que fue sustituida en 1608 por otra levantada con las trazas del arquitecto Francisco de Mora, gran devoto de la Santa, que planteó el prototipo de iglesia carmelitana.

El templo responde a nuevos planteamientos estéticos e inaugura el modelo de los templos de la Orden, con un triple pórtico, sobre el que avanza el coro de las religiosas, una sola nave y capillas a los lados que fueron dotadas por miembros de la nobleza abulense y una de ellas lugar de enterramiento de su hermano Lorenzo. En la fachada la imagen de San José, cuya figura fue ensalzada por la Santa.

Se conservan en el interior las antiguas dependencias conventuales, que permiten imaginar cómo era aquel primer convento de la reforma y el espíritu de su promotora: cocina, refectorio, la celda de la santa, el claustro, la campana fundacional, la escalera del diablo, por la que Teresa se cayó unas navidades de 1577 rompiéndose el brazo izquierdo. Varios de estos elementos pueden contemplarse en el museo del convento.

Centro de Interpretación de la Mística - Paseo del Rastro, s/n
El Centro de Interpretación de la Mística es un Centro único en Europa que pretende introducir a los visitantes en el fenómeno místico. Es una apuesta singular cuyo objetivo es mostrar a un tiempo la complejidad del misticismo y, paradójicamente, su profunda sencillez.

Se ofrece como un compendio de la mística universal y como una obra de arte de rasgos místicos. En sus espacios sucesivos se produce el encuentro y potenciación mutua de diversas disciplinas artísticas y técnicas: arquitectura, escenografía, pintura, arte objetual, esculturas, vídeos, textos, selección de materiales, proyecciones, iluminación, música, etc. Leer más»

CENTRO DE ITERPRETACIÓN DE LA MÍSTICA - ÁVILA

Todo contribuye a la creación de una obra única, indivisible y tridimensional. Cada parte tiene su contemplación y lectura propias, al tiempo que su sentido último se muestra en la medida en que se inserta en el conjunto.

Este sentido último no puede cumplirse sin la presencia del visitante que se desplaza por el interior de la obra. El Centro muestra, pero también sugiere, invita, desafía...

Se debería entrar en él como quien entra en su propia alma: buscando algo y buscándose a sí mismo.

Tal es la propuesta del Centro porque tal es la mística: una búsqueda, una exploración, un encuentro y, finalmente, una creación personal.

El Centro se organiza en cuatro salas que coinciden con los cuatro universales en que los creadores han dividido la mística:

  • Sala 1 - Tradición
  • Sala 2 - Conocimiento del yo, el lugar para estar consigo mismo
  • Sala 3 - Iluminación, la de la unión con Dios
  • Sala 4 - Acción, la vuelta del misticismo al mundo

Información: Huellas de Teresa

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