Senderos del Alto Rudrón

Datos básicos del sendero:

1. Distancias: Moradillos - Hoyos del Tozo 14,7 km / Hoyos del Tozo - Trashaedo 8,2 km / Moradillo del Castillo - La Rad 11,2 km
2. Tiempo estimado: 4:30 h - 2:30 h - 3:30 h
3. Punto de salida: Cualquier población
4. Desnivel: 201 m - 190 m - 264 m
5. Dificultad: Baja - Media
6. Época recomendada: Todo el año

7. Descargar Track GPX

Red de Senderos Hoces del Alto Ebro y Rudrón

Moradillo del Castillo - San Andrés de Montearados - Hoyos del Tozo - Prádanos del Tozo - Trashaedo del Tozo - La Rad

El Alto Rudrón es una de las zonas más desconocidas del Parque Natural Hoces del Alto Ebro y Rudrón, entre otras cosas porque este tramo del Rudrón no es accesible por carretera, pudiendo solo recorrerse a pie. Los senderos que os presentamos son tres y las localidades que visitaremos son Moradillo del Castillo, San Andrés de Montearados, Hoyos del Tozo, Prádanos del Tozo, Trashaedo del Tozo y La Rad.

Mención especial merece la ruta circular que, desde Moradillo del Castillo atravesando el Rudrón y bordeando varias cascadas de toba, alcanza La Rad, cruzando una zona con abundantes chozos de pastores, o las vistas del Rudrón desde la senda que une el Molino conocido como 'de Rasgabragas' con el pueblo abandonado de Ceniceros.

De cierta dificultad solo hay que mencionar el paso de la Fuentona en el Rudrón.

Uno de los principales valores del Parque es su geomorfología albergando muchos puntos declarados de interés geológico. El Alto Rudrón pertenece a lo que se conoces como Páramos de la Lora, unidad geomorfológica caracterizada por Loras más o menos planas y extensas sobre valles serpenteantes, encajados y estrechos que le confieren un gran valor paisajístico .

Los senderos del Alto Rudrón discurren por caminos tradicionales hasta ahora más o menos perdidos que se han recuperado para el disfrute del caminante. Precisamente su asentamiento sobre estos caminos hace que sea por un lado cómoda de andar y por otro de grandes contrastes discurriendo tan pronto por el fondo del valle como remontando la ladera hasta los páramos para luego volver a bajar.

La belleza de estos parajes, con su vegetación, su flora, su fauna, sus manantiales, surgencias, cuevas o cascadas de toba, vista desde los senderos es verdaderamente sorprendente y la sensación de paz inmensa. El avistamiento de rapaces rupícolas es, además del paisajístico, uno de los alicientes de estas sendas.