Datos básicos del sendero:
- Distancia: 10,5 km
- Tiempo estimado: 3 h
- Punto de salida: Vega de Santa María
- Dificultad: Baja
- Ciclabilidad: Sí
- Época recomendada: Todo el año
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CAMINO DEL PINO GORDO Y DEL MOLINO DE LOS POLVOS
Comarca: La Moraña y Arévalo
Vega de Santa María
El sendero parte de las antiguas escuelas de Vega de Santa María. En dirección Oeste, se toma el camino de La Goyá, dejando a la izquierda el edificio de las escuelas y unas naves de ganado lanar y a la derecha un pinar joven.
Los dos primeros kilómetros, transcurren en línea recta y nos llevan al Punto Geodésico, éste señala una altitud que es de 985 metros sobre el nivel del mar. Desde este punto contemplaremos un buen ejemplo de la llanura cerealista castellana.
A 250 metros (2.200 m desde la salida), el camino se bifurca. Cogemos a la derecha y unos metros adelante podremos ver la inmensa llanura morañega y los pueblecitos que la componen. A nuestra izquierda un extenso manto de encinas y a nuestra derecha los pinares o 'bosques islas'. A los pies de este cerro, transcurre serpenteando, el río Adaja. Cabe destacar que desde este lugar se contemplan unas puestas de sol de gran belleza.
Antes de comenzar el descenso del camino, dejamos a la derecha otro que tomaremos en la ruta de vuelta.
Seguimos de frente y comenzamos a bajar por el camino de tierra, algo deteriorado por las lluvias. Antes de llegar a los pinares se nos presenta una bifurcación. Despreciamos el camino que sale a la derecha, tomando siempre el de la izquierda. Este nos lleva a los primeros pinos que aparecen a nuestra derecha.
Continuamos el camino. A la entrada de la masa de pinares, desaparece el camino y se convierte en una senda. Cien metros señalizados con carteles y pintura nos acercan a los pies de un gran árbol; El Pino Gordo. Este pino piñonero tiene un diametro de 1,52 metros en el tronco, cerca de 32 metros de altura y una copa densa y majestuosa poblada de piñas. Un cartel anuncia la prohibición de cogerlas.
Hemos recorrido 4.700 metros desde el punto de origen. Una arboleda de chopos y el ronronear del Río Adaja, nos invita al descanso. La fauna aquí es muy rica y la naturaleza permanece en estado puro.
Es recomendable bordear la orilla del Adaja en sentido Norte, unos trescientos metros, para contemplar desde la altura, las chorreras de la presa del antiguo y hoy desaparecido, Molino de Los Povos.
Volviendo a nuestro Pino Gordo, la ruta de regreso la modificamos nada más salir de los pinares, para asomarnos a 50 metros al Sur, a un gran cañón con un importante desnivel cortado en vertical, que configura la que conocemos como Peña del Trébol, lugar donde anidaba el halcón peregrino, vuelan pausadas las grandes rapaces y el sonido de los pájaros domina el ambiente. Las vistas enriquecen nuestro espíritu: estamos en plena naturaleza, salpicada a lo lejos, por las edificaciones de la urbanización del pinar de Navares.
Estamos a 902 metros de altitud. Comienza el ascenso en el camino de regreso. Tras 1 kilómetro completamos la subida y en seguida, a la izquierda, encontramos el camino que será el de regreso por una ruta distinta.
Comenzamos a bajar y a 150 metros, tomamos el camino que entre tierras de labor nos introduce en un pinar, que cruzamos siguiendo el camino. Habremos pasado un arrollo conocido con el nombre de 'el Arenal.
El camino nos lleva serpenteando a contemplar paisajes agrícolas y tierras cerealistas. A la izquierda queda la impresionante masa arbórea de chopos fuertes, jóvenes y robustos del Arroyo Saornil, algunos huertos abandonados y viñas viejas.
El camino de la ruta nos lleva rodear una arboleda, que en el interior ofrece una mesa y bancos para descansar y protegerse del calor.
Continuamos hasta el final de ese camino de dos rodaduras, que desemboca perpendicularmente, en otro más ancho tapizado de gravilla en polvo. Es el camino de Villanueva que tomaremos a la derecha, en dirección al pueblo de Vega de Santa María que, al rodearle por el Oeste, nos devuelve al punto de origen.
Información facilitada por: Asociación ACOVE
