Qué ver en Torrelobatón
Comarca: Montes Torozos
Torrelobaton
Los primeros vestigios de ocupación humana en estas tierras situadas junto al río Hornija se remontan a la Prehistoria, aunque es en la Edad Media (s. XIII) cuando Torrelobatón se consolida definitivamente como villa de realengo, con alfoz de nueve aldeas, que la convierten en un concejo de primer orden, a la par de Valladolid o Tordesillas.
Su situación fronteriza frente al Reino de León ocasionó su fortificación en el siglo XIII, si bien, el Castillo que podemos ver hoy es algo posterior ( s. XV), cuando la villa pasa al señorío de los Enríquez, una poderosa familia que ostentaba el título de Almirante de Castilla.
Es una de las fortalezas mejor conservadas de Castilla y León, edificada según las características de la Escuela de Valladolid: planta cuadrada, cubos en tres esquinas, patio central y elegante torre del homenaje en el otro ángulo.
En 1444, en él se firmaron las capitulaciones matrimoniales entre Juan II de Navarra y Juana Enríquez, padres de Fernando el Católico. En la década de 1950, el castillo se convirtió en silo de cereales del Servicio Nacional de Trigo, de ahí las construcciones modernas que rodean el patio.
Al contrario que otros castillos de esta época, este de Torrelobatón sí participó en acciones guerreras, pues en 1521 las tropas comuneros lideradas por Juan de Padilla asediaron villa y castillo durante ocho días, logrando finalmente su rendición.
Padilla permaneció en el castillo varias semanas y de aquí, precisamente, salió, camino de Toro, el ejército rebelde que fue derrotado en Villalar aquel 23 de abril de 1521; por eso, se le conoce como el Castillo de los Comuneros, y, por eso, alberga en su torre del homenaje un estupendo Centro de Interpretación que nos acerca a este sugestivo episodio de la Historia de España.
Como curiosidad, el castillo aparece en la película 'El Cid’, protagonizada por Charlton Heston y Sofía Loren. En 1961 se rodaron en Torrelobatón algunas escenas en las que participaron muchos vecinos como figurantes. Una de las salas del castillo está dedicada a este acontecimiento.
Regresando al centro del pueblo, en la Plaza Mayor podemos ver algunos elementos muy interesantes, como una antigua puerta de la muralla, llamada el Arco de la Villa (s. XV), o el Ayuntamiento del siglo XVIII, un elegante ejemplo de arquitectura civil que conserva en su interior un buen tramo de la ‘gruesa cerca’ que tanto costó rendir a los comuneros.
Destacan en el entorno el Rollo jurisdiccional, sobria columna de piedra que simboliza la categoría de villa y su potestad para impartir justicia, y, como buena plaza castellana, las viviendas sobre viejos Soportales.
La Iglesia de Santa María es un templo del siglo XVI ampliamente reformado a lo largo del siglo XVIII, como se puede apreciar en las bóvedas interiores o en el refinado pórtico clasicista.
En el interior destacan los dos atrevidos arcos de descarga que recorren longitudinalmente la nave, un buen Cristo gótico del siglo XIII o el impresionante retablo mayor de la escuela de Berruguete (finales S. XVI).
Las otras iglesias que tuvo la villa sólo pueden verse desde fuera, pues la de Santiago, con un buen artesonado, es de propiedad particular y la de San Pedro se encuentra en ruinas desde su derrumbe en 1943 a causa de una terrible tormenta.
El patrimonio religioso se completa con la Ermita del Santo Cristo de las Angustias, una Recoleta capilla del siglo XV que acoge en Pascua una popular romería bien documentada desde el siglo XVII.
La mejor ocasión para ver a Los Danzantes que acompañaban esa procesión junto con el Birria, un personaje que simboliza el Mal, es durante el Mercado Comunero que se celebra cada 23 de abril y que se ha convertido en un multitudinario referente cultural de la provincia.
Otras de las tradiciones que se mantienen vivas es el Correr cintas a caballo durante Carnaval o los Encierros a pie y a caballo durante las fiestas locales del tercer fin de semana de agosto.
Por otro lado, las calles del pueblo están sembradas de buenos ejemplos de la más pura Arquitectura popular levantada en adobe y el tapial en combinación con la mampostería de piedra caliza.
Los sillares de piedra se reservan para edificios nobles o para elementos como el Caño viejo y el Caño nuevo, tradicionales puntos de suministro de agua de la población, abrevadero, el primero, y lavadero tradicional, el segundo.
Construcción que combina las técnicas tradicionales con rasgos de arquitectura culta es la Casa Natal del Padre Hoyos. Nacido en 1711, este jesuita beatificado en 2010 es considerado el primer apóstol en España de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
