Datos básicos del sendero:
- Distancia: 22 km (ida y vuelta)
- Tiempo estimado: 9 h
- Punto de salida: Soto de Sajambre
- Desnivel: 1213 m
- Ciclabilidad: No
- Dificultad: Alta
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Atención: Ruta de alta montaña que requiere de muy buena forma física debido a su longitud, desnivel a superar y tipo de terreno. Parte del recorrido puede discurrir fuera de senderos, por zonas con resaltes, pedreras, simas, neveros, etc. que exigen buena orientación y experiencia. Conviene prestar atención a los hitos de piedra que balizan todo el recorrido.
Resulta indispensable experiencia en la montaña, sobre todo en condiciones climáticas adversas. Lleve siempre equipo adecuado. Si pierde el camino, extreme las precauciones, pues el terreno es una sucesión de hoyos y simas.
CAMINO VEGA DE HUERTA - SENDERISMO EN PICOS DE EUROPA LEÓN
Comarca: Montaña de Riaño - Picos de Europa
Soto de Sajambre
La ruta de Vega Huerta es todo un clásico en los Picos de Europa. Se inicia en Soto de Sajambre para ascender hasta Vega Huerta, al pie de la imponente Torre Santa de Castilla, en su cara sur. Se trata de una ruta larga, de alta montaña, que discurre por algunos de los parajes más bellos del valle de Sajambre y del Macizo Occidental de los Picos de Europa, el Cornión.
Tramo 1. Soto-Vegabaño El primer tramo de la ruta discurre por el camino viejo que une Soto de Sajambre con Vegabaño. Poco a poco, remonta el Río Agüera, aunque no tarda en proyectarse ladera arriba por el interior de un hayedo, bosque que acompañará al senderista en buena parte de este recorrido.
La hayas conforman un bosque umbroso donde la luz se convierten un recurso escaso, por lo que otros árboles, arbustos e incluso herbáceas se ven confinados al borde exterior del bosque o a los claros abiertos por la caída de algún árbol. Favorecidos por la pureza del aire, líquenes de numerosas especies cubren troncos y ramas, dotando al bosque de un halo de misterio.
Con un poco de suerte, es posible observar el vuelo fugaz del azor o escuchar el reclamo del picamaderos negro, el más grande de los pájaros carpinteros europeos.
Tramo 2. Vegabaño-Collada del Frade El camino prosigue sin apenas desniveles entre claros del bosque, pedrizas y llamargas hasta la vega de Salambre donde, tras cruzar el arroyo gracias a una pasarela, inicia un tramo de acusada pendiente a través del Monte Cuesta Fría. Sigue ahora una vereda donde puede resultar fácil desorientarse, por lo que está marcada con hitos de piedra, especial mente útiles en caso de niebla. Pronto llega junto al Roblón de Cuesta Fría, un imponente roble que, a pesar de haber sido cercenado hace siglos por un rayo, sigue vivo y es uno de los habitantes más longevos del valle, un venerable anciano con un tronco de más de seis metros de perímetro.
La ruta continúa ganando altura hasta sobrepasar el límite del arbolado en el Cueto Salambre. Desde aquí la pendiente se acentúa y hasta la horcada solo acompañan la marcha algunos matorrales y los pastos de montaña, aprovechados por el ganado que campea por la zona todo el verano. El collado ofrece una inmejorable panorámica de los Picos: el imponente relieve de Los Moledizos (2.256 m), la Canal del Perro y la Campera del Frade con su refugio.
Tramo 3. Collada del Frade-Collado del Burro Unos cientos de metros más y se corona El Frade. Desde el collado se inicia la parte más dura del recorrido, la subida por la canal del Perro.
Las canales son siempre terreno áspero, difícil, que la nieve y el hielo pueden hacer intransitable. El ascenso es lento, siguiendo el zigzag trazado por miles de pasos a lo largo de la historia bajo las verticales paredes de caliza de Los Moledizos, en cuyas grietas suele anidar el treparriscos.
Antes de llegar al Alto del Burro (2.132m) las chovas piquigualdas y piquirrojas juguetean con la corriente de aire que se acelera en la canal. Sus graznidos anuncian el reino de la alta montaña, el dominio de la caliza latente en lapiaces, canchales y dolinas, aquí conocidas como jous, que evidencian la lenta pero inexorable erosión kárstica.
Desde los Altos de la Canal la vista es magnífica y ofrece una primera impresión de las verdaderas dimensiones de la cara sur de la Torre Santa, un impresionante farallón calcáreo que en su base mide casi dos kilómetros y cuya vertical alcanza los 600 metros.
Tramo 4. Collado del Burro-Vega Huerta El paisaje kárstico confiere un aspecto lunar a los Picos de Europa, caracterizado por la presencia de multitud de simas, muchas de las cuales se encuentran entre las más profundas del mundo, que hacen de estas montañas uno de los destinos predilectos para espeleólogos experimentados. En Vega Huerta se han explorado tres grandes cavidades muy próximas a los 1.000 metros de profundidad, el Pozo de Cotalbo (M2) donde se ha llegado a los -972 metros, el Pozo del Llastral (B3) de -944 m y el Pozo Vega Huerta (M921) de -935 m.
Los continuos desniveles hacen del paraje un terreno irregular y peligroso, por lo que será necesario prestar especial atención a los hitos y no abandonar nunca el camino.
Tras unos dos kilómetros y medio la ruta llega a su destino, Vega Huerta. Unos corros de pastores anuncian la presencia de la fuente junto a la que se levantaba el refugio, ahora desaparecido, pero que muy pronto va a ser reconstruído. La nieve es frecuente, incluso en verano, y sobre los neveros es fácil detectar grupos de rebecos, especie perfectamente adaptada a los rigores del clima y del terreno. Entre los pedreros es también común la presencia del topillo nival.
Las altas praderías y vegas, las gleras y los roquedos son también el hábitat de una legión de plantas alpinas, muchas de ellas endémicas, escasas o raras, como la Linaria alpina o la siempre viva Sempervivum vicentei, la Aquilegia pyrenaica ssp. discolor, la Saxifraga felineri o la Campa nula arvatica.
El regreso a Soto de Sajambre se realiza por el mismo camino. El caminante no debe subestimar la bajada, ya que es larga y puede ser complicada. Desde El Frade existe la alternativa de bajar al valle de Valdeón a través de la Vega de Llos.
