Qué ver en la Villa Medieval de Haza
Comarca: Ribera del Duero
Haza
Situada en lo alto de un cerro sobre la fértil vega del Riaza se alza la pequeña e histórica población de Haza.
Esta pequeña villa amurallada de la Ribera del Duero adquirió gran protagonismo en el año 912, época en la que fue repoblada por el conde Gonzalo Fernández, en tiempos del rey García I de León en pleno avance cristiano.
Haza se convirtió en un bastión estratégico en la línea defensiva del Duero, desde sus murallas se controlaban los valles del Duero y del Riaza, no obstante sufriría sucesivos ataques musulmanes en las campañas llevadas a cabo por Abderramán III en la provincia de Burgos.
Sería el Conde Sancho Garcés en 1011 quien instauraría una relativa seguridad en la zona. Haza tuvo gran relevancia administrativa y religiosa, hacia el 1015 se convirtió en capital de la comarca, o ‘Comunidad de Villa y Tierra’.
Finalizado el S. XII, Haza ejercía su jurisdicción sobre 15 aldeas: Hoyales de Roa, Castrillo de la Vega, Campillo de Aranda, Torregalindo, Fuentenebro, Moradillo de Roa, Hontangas, Adrada de Haza, Fuentemolinos, Fuentecén, Fuentelisendo, Valdezate, La Sequera de Haza, Aldehorno y Aldeanueva de la Serrezuela.
Durante los siglos XII y XIII Haza estuvo bajo el señorío de la familia de los Lara, más tarde pasaría a formar parte del señorío de los Condes de Miranda, a los que se atribuye la reconstrucción de las defensas de Haza.
Otro hecho histórico vinculado con Haza es el nacimiento en el siglo XII de Doña Juana de Aza, madre del Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos. En 1182 Doña Mayor García, bajo el auspicio del Monasterio de Bujedo, fundaría en la villa un cenobio femenino, el Monasterio de Santa María de Aza, encargado de regular los derechos de portazgo en Haza y sus aldeas.
Se entra en Haza por el noreste de la villa, tras atravesar la muralla nos recibe la Torre del Homenaje, la parte más destacable del castillo reconstruido entre los siglos XII y XV. De gran robustez consta de tres plantas comunicadas entre sí por escalones encajados en los muros, cuenta con algunas aberturas saeteras y almenas en la parte superior.
Para lograr una mayor eficacia defensiva, sólo se abrió una puerta junto a la torre del homenaje, hoy desaparecida y sustituida por una gran hendidura. Asimismo, contaba con una plaza de armas de la que queda aproximadamente la mitad.
De las murallas que rodeaban el cerro quedan importantes vestigios. La parte sur es la mejor conservada, sorprende la calidad de la fábrica a base de piedras labradas o sillarejos que conforman el muro. Por él asoman las ventanas de las viviendas adosadas a la propia muralla así como la iglesia de San Miguel Arcángel.
La Iglesia de San Miguel Arcángel, cuenta con elementos románicos y sobre todo góticos. En su interior alberga un interesante retablo del siglo XVI.
Del románico conserva una portada ciega situada en la fachada oeste, junto a la entrada actual. Consta de un arco apuntado y doblado rodeado por un guardapolvo. Data de la primera mitad del siglo XIII.
En el interior se conserva un capitel utilizado como pila de agua bendita. Está profusamente decorado, muestra cuatro seres híbridos formados por cabezas humanas y cuerpos felinos alados, afrontados sobre un fondo de hojas entrelazadas. Esta pieza data de finales del siglo XII. También conserva una estela de los siglos XII o XIII decorada con una cruz griega.
Del templo gótico sobresale la portada en su costado de poniente, cuenta con arquivoltas apuntadas sobre finas columnas y capiteles decorados con hojas de parra, un guardapolvos remata el conjunto.
Existen dos ermitas en Haza. Bajando hacia el valle por el camino del sur y junto a éste, la pequeña Ermita de Santa Juana, en honor a la beata Juana de Aza, en dirección noreste, también en el valle, se encuentra la Ermita de San Isidro.
Por último cabe destacar de Haza la magnífica panorámica que ofrece desde su altozano de la comarca y de la vega del Riaza.
Un paseo por Haza en imágenes
