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Ruta por la comarca del Valle del Alberche y Pinares - Ávila

Comarca: Valle del Alberche y Tierra de Pinares

El Tiemblo - El Barraco - Cebreros - Burgohondo - Navaluenga - Las Navas del Marqués - Peguerinos - Navarrevisca - Serranillos - Hoyocasero - Navalacruz - San Juan...

Agua, la del Río Alberche y sus magníficos parajes; Vino, de las uvas garnachas y albillo de la zona y Vida… para perderse y disfrutar de este encanto natural.

El Valle del Alberche y Pinares goza de innegable atractivo. A lo largo del curso del río, cuenta con abundantes zonas de baño, con excelentes playas y espacios de descanso, donde practicar diversos deportes acuáticos en el Pantano de El Burguillo.

Importantes enclaves ecológicos como el Valle de Iruelas, Reserva Natural y Zona de Especial Protección para las Aves, en la que se encuentra una de las mayores concentraciones de buitre negro de Europa, o la población de El Hoyo de Pinares, declarada también como ZEPA, o el Pinar de Hoyocasero y El Castañar de el Tiemblo, lugares de una singular belleza natural y de una importancia ecológica reconocida.

En el término municipal de El Tiemblo se encuentran los famosos Toros de Guisando son figuras zoomorfas labradas en granito y de origen celta. Algunos representan toros y otros cerdos o jabalíes, su función podría ser de origen mágico-religioso (como tótems protectores del ganado), o bien tratarse de monumentos funerarios, de indicadores de caminos, o de señalizadores fronterizos.

En este lugar Isabel la Católica fue reconocida heredera de Castilla por su hermano Enrique IV en 1468. En las inmediaciones del Tiemblo, se encuentran El Charco del Cura y el Castañar del Tiemblo, una maravilla de la naturaleza. Para visitarlo hay que pedir permiso al ayuntamiento. Y para darse un baño: Las Cruceras.

El Barraco El nombre de Barraco parece provenir de un verraco celta hallado en esta villa. Aquí ha florecido en los últimos años una interesante industria peletera, el pueblo aparece salpicado de tiendas donde pueden adquirirse artículos de piel de gran calidad.

En el Pantano del Burguillo, además de darse un buen baño, tomar el sol y comer en los abundantes merenderos y restaurantes, se pueden practicar deportes acuáticos y disfrutar del paisaje. Rodeando el embalse llegamos al Valle de Iruelas, paraje ecológico sin par, bien equipado para el turismo rural. En la salida hacia Ávila encontraremos el nuevo Museo de la Naturaleza Valle del Alberche.

La localidad de Cebreros es famosa por sus vinos (uva albillo, sol y buenas temperaturas). La Iglesia parroquial se le atribuye a Herrera, pero lo que más llama la atención en Cebreros son las ruinas del Convento Franciscano de estilo gótico isabelino, las bolas o perlas de piedra, tan presentes en muchos edificios abulenses, ornamentan el conjunto.

Actualmente acoge el Museo de la Transición de Adolfo Suárez. A las afueras una hermosa ermita en perfecta armonía con el paisaje, la Ermita de Valsordo del siglo XVI, y muy cerca un bello puente románico. Hay que destacar también la denominación de sus Carnavales como fiesta de interés turístico regional.

El municipio de Burgohondo hace honor a su nombre (Burgo del fondo). Goza de un particular microclima que hace posible una enorme profusión de frutas y legumbres. Sorprende la Abadía de Nuestra Señora de la Asunción, de origen románico, su Iglesia es del más puro estilo románico del siglo XII, y una de las más antiguas de Ávila.

Navaluenga que en los meses estivales llega a triplicar su población, es un pueblo eminentemente turístico, que goza del galardón del premio C de Castilla y León concedido en 1998. Este pueblo es pionero en la provincia en instalaciones de turismo rural y empresas de turismo activo Goza en la actualidad de un magnífico Campo de Golf, piscinas naturales, de buenas rutas para practicar senderismo y de una excelente gastronomía. No se pueden perder los romances de Lope de Vega, recitados por los vecinos del pueblo en la procesión del Jueves Santo.

En Las Navas del Marqués fue el primer marqués, Don Pedro Dávila y Zuñiga, quién mandó construir el Castillo-Palacio de la Magalia a mediados del siglo XVI. Actualmente en él se organizan cursos, congresos, seminarios, conferencias…, y cuenta este castillo con su propia leyenda. Los primeros marqueses de las Navas también mandaron edificar el Convento de Santo Domingo y de San Pablo en el siglo XVI, de estilo herreriano y de historia igualmente azorosa.

Interés también tiene la Iglesia parroquial de San Juan Bautista del siglo XIV-XV, que alberga en el coro un órgano musical del siglo XVII, la Ermita del Santísimo Cristo de Gracia del siglo XV y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XX.

A unos 2 kilómetros de Las Navas se extiende, majestuosa, la Ciudad Ducal, una confortable urbanización de lujo cuyos chalés se asientan entre bosques de enormes pinos y cuidados senderos. Los Duques de Medinaceli promotores de la Ciudad Ducal, dotaron al lugar de variedad de plantas, lago con embarcadero, fuentes, pabellón de caza, mirador etc., y su extraordinaria Torre de Vigilancia, construida por artistas de la escuela de Eiffel.

Desde las Navas se accede a un apartado y bello pueblo, durante el invierno flanqueado por las nieves, Peguerinos, lugar pintoresco y de bonitas vistas.

Bellos lugares son Navarrevisca, Serranillos que sigue celebrando con gran animación sus fiestas del Vítor en verano y en invierno. Hoyocasero es uno de los pueblos más altos de Ávila y posee un bello enclave ecológico: El Pinar de Hoyocasero, de especial importancia botánica y con flora endémica.

Navalacruz, de pura arquitectura serrana, San Juan de la Nava, Navarredondilla, Navatalgordo, San Juan del Molinillo, Navalmoral de la Sierra, Villanueva de Ávila o Navaquesera, lugares para recorrer sin prisa y recreare, entre sus calles, con su paisaje, con sus prados, con sus vistas, con sus sierras.

A la altura de San Juan del Molinillo y Navandrinal se eleva la Sierra del Zapatero, de belleza singular. En Navalosa impresionan sus "chozos" de piedra y piornos, también encontramos bellas muestras de Artesanía popular: los típicos sombreros de paja y telares que perduran a través del tiempo. Durante los meses del Otoño se produce un peculiar turismo: el Turismo Micológico, dada la gran variedad de setas que proporciona la comarca del Alberche-Pinares.

En esta misma comarca, más intensificada como tierra de Pinares, bellos lugares como El Hoyo de Pinares, otro importante núcleo veraniego, con un extenso pinar, también declarado ZEPA, bella Iglesia y restos de una Calzada Romana. En Navalperal de Pinares existe un Museo Etnológico de gran interés. San Bartolomé de Pinares, conserva la tradición de celebrar las fiestas de Las Luminarias la noche de San Antón (enero).

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