Datos básicos del sendero:
- Distancia: 3 km
- Tiempo estimado: 1 h
- Punto de salida: Santa Cruz del Valle
- Desnivel: 157 m
- Dificultad: Baja
- Ciclabilidad: Sí, aunque hay varios tramos técnicos.
- Época recomendada: Todo el año, en verano, evitar las horas centrales del día.
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SENDERO CERCA CALAÑA EN EL BARRANCO DE LAS CINCO VILLAS - SENDERISMO ÁVILA
Comarca: Valle del Tiétar
Santa Cruz del Valle
Es un corto pero atractivo recorrido situado al norte de Santa Cruz del Valle. Su especial orientación y ubicación permiten la existencia de numerosas plantas que resultan raras en el resto del Barranco de las Cinco Villas: arce de Montpellier, alcornoque, quejigo, albéndiga... Especies que se entremezclan en un apretado rebollar, cultivos de olivar, madroñal y matorral mediterráneo. Un paseo por la ribera del Río Prado Latorre, entre alisedas y prados, completa este bello itinerario.
Al principio del recorrido podemos ver ejemplares de arce de Montpellier, un arbol de hojas trilobuladas, una especie poco frecuente en el Barranco. Puede vivir aquí gracias a la alta humedad y las suaves temperaturas que caracterizan este rincón.
Hace muchos, muchos años en el Barranco no habitaba el hombre. Probablemente por entonces el rebollo, fuera muy abundante. Cuando llegaron los humanos sustituyeron este árbol por cultivos de olivos, castaños, frutales y prados, creando un mosaico de vegetación diferente, en el que el rebollo quedó relegado a pequeños rodales como podemos ver en este tramo.
En este tramo de la senda podemos ver cómo ha cambiado la vegetación. Es debido a la orientación norte que hemos tomado, y a que nos hemos alejado el arroyo. A partir de ahora las plantas que prodremos ver serán típicas de lugares con temperaturas suaves en invierno y sequías en verano, es decir, con clima mediterráneo.
Nos acecamos al tramo de la senda donde podemos contemplar el cuarto de los árboles belloteros: el alcornoque. De su gruesa corteza se extrae el corcho, tan importante para tapar las botellas del mejor vino o para hacer aislantes o colmenas.
Continuamos por la senda y empezamos a sentir la humedad que proporciona el río. Esta humedad y toda el agua del río son las que permiten que crezcan los árboles que forman un pasillo en la ribera. Tanto necesitan el agua algunos que incluso llegan a meter sus raíces dentro de él, como hace el aliso.
Durante todo el recorrido hemos visto muchas plantas diferentes. Toda esa diversidad se corresponde con una gran variedad de vida animal, mucho más difícil de observar. Sin embargo, algunas veces podrás ver huellas en el barro u oír a la gran cantidad de pajarillos que habitan esta zona como, mirlos, carboneros, pinzones vulgares, petirrojos, verdecillos, etc.
Muy cerca del final del recorrido se puede visitar el arboreto de plantas autóctonas de Santa Cruz con una amplia variedad de especies debidamente identificadas.
